El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este viernes la "producción en serie" del moderno misil hipersónico de alcance medio conocido como Oreshnik y que, según explicó el mandatario ruso en un mensaje televisado, fue utilizado por primera vez en el bombardeo de este jueves contra la ciudad ucraniana de Dnipró.
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"Tenemos que iniciar la producción en serie. La decisión (...) ya se tomó", declaró Putin, alabando la "fuerza particular y la potencia de esta arma", en una reunión televisada con altos mandos militares.
Putin indicó además que Rusia seguirá realizando pruebas con este proyectil ("avellano", en ruso), "en condiciones de combate".
"Proseguiremos estas pruebas, incluso en condiciones de combate, en función de la situación y la índole de las amenazas para la seguridad de Rusia", declaró.
Proseguiremos estas pruebas, incluso en condiciones de combate, en función de la situación y la índole de las amenazas para la seguridad de Rusia
El Kremlin aseguró que, con el lanzamiento de ese misil, el cual alcanza una velocidad de entre 2,5 y 3 kilómetros por segundo y puede portar ojivas nucleares, Rusia ha demostrado claramente su capacidad de respuesta ante el empleo de armamento occidental de largo alcance contra su territorio.
"Oreshnik puede amenazar la casi totalidad de Europa", afirmó por su parte Pavel Podvig, investigador para el Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme (Unidir) en Ginebra, en una entrevista con el medio Ostorozhno Novosti.
"La parte rusa demostró claramente sus capacidades", dijo el portavoz de la Presidencia, Dmitri Peskov.
“Los modernos sistemas de defensa aérea disponibles en el mundo y los sistemas de defensa antimisiles creados por los estadounidenses en Europa no interceptan tales misiles. Eso es imposible”, recalcó por su parte el mandatario ruso.
Por eso, el jefe del Kremlin aseguró que el Ejército ruso alertará a la población civil ucraniana del empleo de los Oreshnik “por motivos humanitarios” y porque “a día de hoy no hay medios para contrarrestar esas armas”.
¿Por qué Rusia escaló nuevamente el conflicto?
Las recientes acciones de Moscú -argumentan- son en respuesta a que Kiev ha empezado a usar esta semana misiles ATACMS estadounidenses y Storm Shadow británicos contra objetivos militares situados en regiones rusas fronterizas con Ucrania, después de recibir finalmente la anhelada luz verde de Washington y Londres.
Desde la ciudad bielorrusa de Brest, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comentó en tono jocoso la reacción del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al lanzamiento del Oreshnik.
"Con respecto a la reacción a nuestra respuesta (...) Zelenski se asustó. Comenzó a culpar a sus amos de que lo han dejado indefenso ante esa acción de la Federación Rusa", sostuvo.
Lavrov consideró que, ya sólo por eso, el lanzamiento del misil hipersónico contra una fábrica de armamento en Dnipró fue "útil".
"¿Cómo debemos reaccionar a esto? De la forma más dura posible", escribió en su cuenta de la red social X el asesor de la Oficina Presidencial ucraniana, Mijailo Podoliak, que pidió que se aísle más a Rusia y se dote a Ucrania de más suministros de armamento y en especial de misiles de largo alcance.
Otán convoca reunión de emergencia
Ante estos recientes hechos, la Otán convocó para el próximo martes 26 de noviembre en su sede de Bruselas una reunión del Consejo con Ucrania a nivel de embajadores, para analizar la última escalada de Rusia en la guerra, que también este viernes sigue preocupando a varios líderes occidentales.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, aseguró en Varsovia que "la amenaza de un conflicto global es grave y real", en tanto que su homólogo alemán, Olaf Scholz, calificó de "horrible escalada" el lanzamiento de Moscú de un nuevo misil hipersónico.
La inteligencia militar ucraniana (GUR) reveló este viernes que el 'Oréshnik' (Avellano) pudo haberse lanzado desde el complejo de misiles Kedr, situado en la región rusa de Astraján, y que tardó solo 15 minutos en completar el millar de kilómetros de distancia entre el lugar de lanzamiento y el objetivo en la ciudad ucraniana de Dnipró.
El misil tenía seis cabezas de guiado con seis submuniciones cada una y la velocidad alcanzada en el tramo final de su trayectoria fue superior a Mach 11, es decir, once veces la velocidad del sonido.