Una reconocida cadena de tiendas de EE. UU. retiró este producto por encontrar huesos en él

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) emitió una alerta luego de descubrir que una reconocida cadena de tiendas estaba vendiendo nuggets con huesos, lo que puede representar un riesgo potencial para la salud de los consumidores, especialmente de los más pequeños.

La cadena de supermercados Wegmans está retirando voluntariamente su propia marca de nuggets de pollo congelados debido a que, luego de una investigación, se descubrió que podrían contener fragmentos de hueso.

A detalle, un informe del Servicio de Inocuidad e Inspección de Alimentos del USDA, citado por The New York Post, confirmó que los productos afectados son los paquetes Wegmans Familiy Pack Full Cooked Breaded Chicken Breast with Rib Meat.

Los nuggets que representan un peligro se produjeron el 26 de agosto de 2024 y se venden en paquetes de plástico de 46 onzas o 1,30 kilos. Presentan una fecha de caducidad del 26 de agosto de 2025 cerca del código de barras. También puede identificar estos productos por su número de serie P-33944 ubicado dentro del sello de inspección del USDA.

Las autoridades señalaron que estos nuggets fueron vendidos en sucursales de Wegmans en Delaware, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Pensilvania, Virginia y Washington DC.

¿Qué debe hacer si compró nuggets congelados de Wegmans en Estados Unidos?

Es importante señalar que la producción de nuggets de Wegmans afectados por contener pedazos de hueso ya ha sido retirada de las tiendas. Sin embargo, la alerta sigue vigente.

La intención es informar a los consumidores que tengan uno de los paquetes involucrados en el problema que no deben comer los nuggets.

De hecho, la investigación se llevó a cabo debido a múltiples quejas de clientes que encontraban fragmentos de hueso en los nuggets de pollo. Sin embargo, no se han reportado lesiones por su consumo. Si cuenta con este alimento, puede simplemente desecharlo o bien devolverlo a la tienda para obtener un reembolso.