Irán tachó este sábado de “una comedia de tercera categoría” la acusación de que un hombre vinculado a la Guardia Revolucionaria iraní tramó un plan para asesinar al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, antes de las elecciones.
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“Como en la realidad no existe un asesino, se traen guionistas para fabricar una comedia de tercera categoría. ¿Quién en su sano juicio puede creer que un supuesto asesino se sienta en Irán y habla en línea con el FBI?”, cuestionó en X el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí.
Araqchí dijo que se trata de un nuevo “escenario fabricado” por quien asesinó al líder del grupo palestino Hamás Ismail Haniyeh a finales de julio en Teherán, donde se encontraba de visita oficial para asistir a la ceremonia de investidura del presidente iraní, Masud Pezeshkian.
Como en la realidad no existe un asesino, se traen guionistas para fabricar una comedia de tercera categoría
“Todo el mundo sabe quién lo hizo y por qué”, sostuvo Araqchí.
Así, el jefe de la diplomacia iraní hizo referencia a Israel, a quien Teherán acusa de estar detrás del asesinato de Haniyeh, aunque el Estado judío no ha reivindicado el ataque.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos denunció el viernes que Irán encargó al acusado Farhad Shakeri, de 51 años, de "dirigir una red de socios criminales para impulsar tramas de asesinato contra sus objetivos, incluyendo el presidente electo Donald Trump".
Shakeri, descrito en la demanda como un afgano residente en Teherán que pasó una década en la cárcel en Nueva York, donde conoció a sus socios, antes de ser deportado, es un miembro "activo" de la Guardia Revolucionaria.
"En los últimos meses, Shakeri ha utilizado una red de socios criminales que conoció en prisión en Estados Unidos para suministrar a la IRGC agentes para llevar a cabo la vigilancia y asesinatos de objetivos", declaró el Departamento de Justicia.
Según el Departamento, el acusado participó voluntariamente en una conversación telefónica con el FBI, a los que aseguró que el 7 de octubre pasado le encargaron preparar un plan para matar a Donald Trump en la semana siguiente, pero que nunca pensó en preparar ese plan "en el marco de tiempo propuesto por la Guardia Revolucionaria".
La acusación señala que el plan de asesinato frustrado buscaba vengar la muerte del general iraní Qasem Suleimani, muerto en 2020 en un ataque estadounidense en Irak ordenado por el entonces presidente Trump.
En la mañana del sábado, el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Ismail Baghaei, también tachó de “completamente infundada” la acusación en contra de su país.
El vocero de la diplomacia iraní recordó que Washington ya había formulado acusaciones similares en el pasado que “resultaron ser falsas”.
“La repetición de esta afirmación en el momento actual es una repugnante conspiración de los sionistas y círculos anti-iraníes para complicar las cosas entre Irán y EE. UU.”, afirmó el diplomático.
Sin embargo, en septiembre la campaña de Trump también informó que funcionarios de inteligencia de EE. UU. habían advertido al entonces candidato "sobre amenazas reales y específicas por parte de Irán con el objeto de asesinarlo".