Recientemente, un incidente en el puerto de entrada de Eagle Pass, Texas, dejó en evidencia la persistente amenaza del tráfico de drogas en la frontera entre Estados Unidos y México. En este caso, un ciudadano mexicano de 78 años intentó cruzar la frontera con una carga peligrosa, lo que resultó en la incautación de más de US$438.000 en narcóticos, incluyendo cocaína y fentanilo.
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Según consignó la entidad en su página web oficial, el 26 de octubre, los oficiales de la Oficina de Operaciones de Campo de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) llevaron a cabo una inspección en el Puente Internacional Camino Real. Durante esta acción de cumplimiento, un Toyota Highlander 2015, conducido por el anciano, fue sometido a un examen secundario tras ser considerado sospechoso. Cabe destacar que este procedimiento es parte del protocolo estándar de la CBP, que busca detectar contrabando.
Metodología de inspección llevada a cabo por CBP
Los oficiales utilizaron una combinación de métodos avanzados en la inspección del vehículo. La capacitación y la experiencia del personal, junto con el uso de perros entrenados y herramientas de inspección no intrusiva, fueron esenciales para identificar la carga ilícita. Este enfoque multifacético es de suma importancia para abordar la complejidad del tráfico de drogas, que se intensificó en los últimos años.
Durante la inspección, los oficiales descubrieron un total de 11 paquetes de presunta cocaína, pesando 24,60 libras, y dos paquetes de presunto fentanilo, que sumaban 4,72 libras. La combinación de estos narcóticos tiene un valor estimado de US$438.715. Como resultado de esta incautación, la entidad confiscó tanto los narcóticos como el vehículo involucrado. El conductor, además, fue arrestado por agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional, quienes iniciaron una investigación criminal
En cuanto al hecho en cuestión, el director del puerto, Pete Beattie, del puerto de entrada de Eagle Pass, se expresó en el portal citado. “Esta carga de narcóticos mixtos de cocaína y fentanilo ilustra perfectamente la gravedad de la amenaza de las drogas que enfrentan nuestros oficiales a diario. Al utilizar capacitación, experiencia, perros y herramientas de alta tecnología, nuestros oficiales de primera línea de CBP pudieron evitar que este veneno se filtrara en nuestras comunidades”, aseveró.