Sobre los 40 y hasta los 55 años de edad los hombres experimentan la andropausia, una serie de cambios hormonales que reducen la capacidad sexual y bajan los niveles de testosterona.
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El sexo después de los 50 se convirte en un tabú para los hombres, pues con el envejecimiento llega la impotencia sexual o la disfunción erectil, lo que genera dificultades para mantener una erección duradera.
Adicional a esto, puede afectar el autoestima, pues las erecciones pueden no ser firmes o el pene puede no tener el mismo tamaño de antes. Según sexólogos, las personas mayores de 50 años deberían tener un promedio de relaciones sexuales equivalente a una vez cada tres semanas, mientras que después de los 60 años deberían intimar al menos una vez al mes.
Aunque la disfunción erectil es normal en las personas mayores de 50 años, hay algunos consejos que pueden ayudar a tener una vida sexual activa de manera natural y con algunas rutinas.
"Es importante conocer que en los hombres con el pasar de los años se presenta un descenso de la producción de la testosterona, llamado hipogonadismo, que prácticamente se traduce en bajos niveles en sangre de la principal hormona masculina: la Testosterona”. Suele manifestarse con sensación de fatiga, pérdida de masa muscular, cambios de comportamiento o estado de ánimo", puntualizó un sexólogo en Tena.
Como primer consejo, los expertos recomiendan tener un peso saludable, ya que puede "afectar de manera silenciosa y progresiva la sexualidad masculina, puesto que en las personas que tienen aumento de la grasa corporal se genera mayor cantidad de hormonas femeninas en el organismo, contrarrestando la producción o la función de la hormona masculina".
Sumado a lo anterior, las erecciones tienen que ver con la circulación y la cantidad de sangre que llega al pena, por lo que se recomienda realizar ejercicio para aumentar la testosterona y el deseo sexual.
Otro de los consejos, para los hombres que fuman o consumen alcohol, es reducir o eliminar este tipó de sustancias, ya que impiden la circulación de la sangre; por el contrario se recomienda el consumo de frutas, granos, verduras y proteínas.
"El aumento del trabajo, las preocupaciones, el exceso de ansiedad y el insomnio. Todos estos factores influyen de manera negativa en la erección y en el deseo sexual", señala el artículo de Tena. Finalmente, los expertos recomiendan descansar bien pues cuando se duerme las hormonas se regulan, entre ellas la testosterona.