Una mujer de 35 años narró cómo fue operada por un diagnóstico de cáncer de mama que, más tarde, descubrió que nunca había tenido.
Su experiencia, compartida con 'Listín Diario', busca alertar a otras personas sobre la importancia de buscar segundas, terceras e incluso cuartas opiniones cuando se trata de la salud.
'Aunque la ciencia está muy avanzada, se dan diagnósticos equivocados'
La protagonista tardó en decidirse a dar su testimonio, reculando en cinco ocasiones antes de finalmente aceptar. “Tengo que dejar este miedo, debo ser valiente y responsable para decir lo que me sucedió para que no le pase a otras mujeres”, expresó durante una llamada telefónica en la que su voz se quebraba al recordar los eventos.
Con calma, pidió que se le enviaran las preguntas por correo debido a que estaba fuera del país y no podría asistir a una entrevista presencial. “Mándeme las preguntas, pues estoy fuera del país y no iré por ahora. Se las responderé lo más pronto que pueda, realmente necesito aportar con mi testimonio para que tanto mujeres como hombres estén vigilantes de su salud y que sepan que, aunque la ciencia está muy avanzada, se dan diagnósticos equivocados”. Poco tiempo después, recibió el cuestionario y se tomó varios días para responderlo.
Cuando finalmente envió sus respuestas, llamó para compartir un descubrimiento impactante: un chequeo reciente había revelado que nunca tuvo cáncer. “Me hicieron un Pet Scan, que es una exploración nuclear, y otras pruebas sofisticadas para saber si tengo células tumorales. ‘Usted está muy bien, nunca ha tenido cáncer’. Ese fue el resultado que con asombro me dieron en el centro”, explicó. Durante la extensa conversación telefónica, detalló cada aspecto de su experiencia, marcada por la sorpresa y el dolor.
Diagnóstico médico errado llevó a una cirugía innecesaria; busca alertar sobre estos casos.
Foto:iStock
El diagnóstico y la cirugía
La historia comenzó poco después de haber superado un caso severo de covid-19. Preocupada por las secuelas que le dejó el virus, decidió realizarse un chequeo general, que incluyó una mamografía y una ecografía. Los resultados revelaron la presencia de ganglios sospechosos, y la biopsia indicó que algunos de ellos eran cancerosos. “Cuando me notificaron eso, así como decirme: ‘Usted tiene fiebre’, yo quedé paralizada”, recordó entre lágrimas.
Ante el diagnóstico, los médicos recomendaron una cirugía inmediata, y ella aceptó a pesar del miedo. “Me entraron al quirófano por menos de dos horas. Pero debo decirte que no dormí la noche anterior, mi cabeza era más grande que la casa, estaba muy abatida”, narró.
Tras la operación, que incluyó la extracción de numerosos ganglios, fue dada de alta con medicamentos simples y la indicación de realizar chequeos periódicos. Sin embargo, le llamó la atención que no necesitara quimioterapia ni radioterapia. “Eso fue lo que a mí me extrañó. Antes de la operación, me dijeron que luego iba ese tipo de seguimiento, pero después de la cirugía, en la que sí me sacaron varios ganglios, me informaron que había quedado tan bien, que no era necesario someterme a nada de eso, sólo chequearme cada cierto tiempo para monitoreo de lugar”.
Las secuelas y la búsqueda de respuestas
Con el paso del tiempo, comenzó a experimentar dolor y limitación en su brazo derecho debido a la extracción de los ganglios. “Para que tengas una idea, no me recomendaron un seguimiento, más que hacer lo propio, que es lo que debe hacer toda mujer, chequearse cada año. Pero, el brazo cada día estaba más comprometido. Tal vez es normal porque lo tenía lleno de ganglios, que ya ni sé qué decir, el caso es que a estas alturas, sigo luchando con eso”.
Un año y medio después de la cirugía, se trasladó al extranjero en busca de solución para su brazo. Fue entonces cuando los exámenes más avanzados revelaron la verdad: nunca había tenido cáncer. “¿Te digo la verdad? No me sorprendió escuchar esa noticia. Sí, me alegró porque aunque tenía dudas de si tenía o no cáncer de mama, uno se preocupa y piensa: ‘Y si es verdad y tengo riesgo de volver a tener’, pero afortunadamente, nunca lo tuve”.
Su historia busca prevenir que otras personas pasen por un diagnóstico médico equivocado.
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'No hay que quedarse con el primer diagnóstico'
En su testimonio, insistió en la importancia de buscar segundas opiniones y de que los médicos sean más exhaustivos en sus diagnósticos. “Yo quiero insistir en lo importante que es no quedarse con el primer diagnóstico. Porque de verdad, así como los humanos no somos perfectos, tampoco lo es la tecnología, la ciencia, la medicina… Hay errores que se pagan caro, yo he sido una víctima, y sé que hay muchas más en todas las áreas de la salud”.
Aunque no tiene pruebas, sospecha que los resultados de la biopsia que le entregaron podrían no haber sido los suyos, algo que la llena de preocupación. “Ella no lo sabe a ciencia cierta, pero está casi segura de que los resultados de la biopsia que le entregaron, no corresponden a su caso y eso la preocupa, pues si son de alguien más, puede que la persona no haya recibido atención a tiempo o crea que está sana. "No quiero especular, sólo me interesa que a nadie más, le pase lo que a mí". Con estas palabras, finalizó una llamada que superó la hora y media, dejando un mensaje de reflexión y prevención.
Cáncer: La importancia de la intervención nutricional | El Tiempo
MARTA QUÉLIZ
Listín Diario
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Listín Diario, y contó con la revisión de un periodista y un editor.