En ocasiones, olvidar hechos o detalles del día a día no indica una afección grave, ya que puede estar vinculado a factores como el insomnio, el estrés, la ansiedad o incluso la depresión. Estas condiciones tienen una incidencia directa en la memoria y afectan los procesos mentales relacionados con la concentración y el recuerdo.
De acuerdo con los Laboratorios Ynsadiet, existen opciones de origen natural que podrían ayudar a mantener el cerebro en buen estado y prevenir el deterioro cognitivo.
Los expertos señalan que, además de sus efectos positivos en el sistema digestivo, como en el caso de la hinchazón del colon, ciertos compuestos naturales también pueden beneficiar al funcionamiento mental.
Elementos como el ginko biloba, la jalea real, la salvia en infusión y la lecitina de soja han sido destacados por sus posibles efectos positivos en la agilidad mental y la retención de información. Según explican desde Ynsadiet, “los remedios naturales pueden mejorar distintas afecciones como la hinchazón del colon, además de mejorar los procesos cognitivos del cerebro”.
Ginko biloba, jalea real y salvia ayudan a cuidar la memoria, según Laboratorios Ynsadiet.
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1. Ginko biloba
Esta planta, considerada una de las más antiguas del planeta, podría favorecer el suministro de oxígeno al cerebro, impulsando la producción de adenosín trifosfato (ATP), esencial para que las células generen energía. También contiene antioxidantes que podrían limitar el desgaste de las neuronas y contribuir al mantenimiento diario de las funciones cerebrales.
2. Infusión de salvia
La salvia puede actuar sobre los lípidos presentes en el sistema nervioso, protegiéndolos de la oxidación. Esto podría ser beneficioso para conservar la memoria en condiciones adecuadas. Ciertas investigaciones han indicado que su extracto podría potenciar el rendimiento mental de forma segura. También se le atribuye la capacidad de reducir los niveles de acetilcolina, sustancia química cerebral relacionada con la memoria, lo que puede resultar útil para quienes enfrentan enfermedades como el Alzheimer.
La infusión de salvia mejora la memoria y apoya a quienes padecen Alzheimer.
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3. Jalea real
Conocida por sus múltiples aplicaciones, la jalea real contiene un ácido graso llamado 10-HDA que podría estimular las funciones cognitivas. Su alto contenido de fosfolípidos también estaría relacionado con la mejora de la memoria a corto plazo y otras capacidades mentales. Según Ynsadiet, “el ginko biloba o la jalea real” están entre los productos que podrían ayudar a ejercitar la memoria.
4. Lecitina de soja
Este compuesto vegetal cuenta con fosfatidilserina en grandes cantidades, una sustancia que se absorbe con rapidez en el cerebro y podría apoyar el mantenimiento de la memoria y del rendimiento intelectual. Además, puede contribuir a frenar el descenso de la actividad cerebral asociado al paso de los años.
La lecitina de soja fortalece la memoria y ayuda a prevenir el deterioro asociado a la edad.
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Cuatro ejercicios de neurociencia para mejorar la memoria
Realizar actividades que mantengan en funcionamiento la mente es una de las estrategias más recomendadas para cuidar la memoria y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer. De la misma manera en que el cuerpo necesita movimiento para conservarse en condiciones óptimas, el cerebro requiere estímulos constantes para conservar sus habilidades.
La neurociencia ha identificado ejercicios concretos que favorecen el rendimiento mental y contribuyen a ralentizar el deterioro asociado a la edad. Estas prácticas pueden integrarse en la rutina diaria sin necesidad de grandes recursos.
1. Memoria visual: identificar y recordar detalles
Una forma efectiva de trabajar la memoria inmediata consiste en observar una imagen con distintos elementos durante medio minuto. Tras ese tiempo, se retira la imagen e intenta recordarse lo observado. Para aumentar el nivel de dificultad, se pueden añadir elementos como colores, posiciones o formas específicas. Esta actividad no solo refuerza la atención, sino que también puede realizarse en compañía, promoviendo la interacción social.
2. Escritura con la mano que no se usa habitualmente
Cambiar la mano con la que se escribe puede parecer un reto simple, pero en realidad genera nuevas conexiones neuronales. Comenzar con palabras sencillas y avanzar hacia frases completas permite activar distintas áreas del cerebro y mejora la coordinación entre ambos hemisferios. Introducir este ejercicio en la rutina puede ser útil para ejercitar el pensamiento y aumentar la agilidad mental.
Escribir con la mano no dominante ayuda a crear nuevas conexiones en el cerebro.
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3. Retención de secuencias
Otra estrategia útil para fortalecer la memoria de trabajo consiste en observar una serie de números, imágenes o palabras por unos segundos y luego intentar repetirlos en el mismo orden. Con el tiempo, se puede aumentar la cantidad de elementos o intentar recordarlos de forma inversa. Esta técnica ayuda a mejorar la capacidad de recordar y organizar información, habilidades necesarias para el almacenamiento de recuerdos a largo plazo.
4. Variar las actividades diarias
Cambiar aspectos simples de la vida cotidiana puede generar un impacto positivo en el funcionamiento cerebral. Acciones como elegir una ruta distinta para desplazarse, reorganizar los objetos del hogar o cepillarse con la otra mano obligan al cerebro a adaptarse a situaciones nuevas. Este tipo de estímulo promueve la plasticidad neuronal y mejora la capacidad de respuesta frente a lo desconocido.
Cambiar la rutina diaria estimula la plasticidad cerebral y la agilidad mental.
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Cuidar la salud cerebral con hábitos complementarios
A estos ejercicios se les puede sumar una alimentación balanceada, actividad física frecuente y mantener vínculos sociales activos. La combinación de estos factores puede contribuir a conservar la memoria y prevenir el deterioro progresivo de las capacidades mentales.
Cuándo se recomienda buscar orientación médica
Aunque olvidar datos puntuales, como dónde se dejaron algunos objetos o el nombre de una persona, puede considerarse algo común, existen señales que merecen atención. “La dificultad para recordar eventos recientes, la pérdida de orientación en lugares familiares, los problemas para seguir conversaciones o la incapacidad para realizar tareas cotidianas pueden ser signos de deterioro cognitivo”, señalan expertos.
También se deben considerar otros indicios como alteraciones del estado de ánimo, episodios de desorientación o repetir preguntas con frecuencia. En estos casos, lo recomendable es consultar con un profesional de la salud que pueda evaluar los síntomas y ofrecer un diagnóstico adecuado.
Siete hábitos para mantener su memoria intacta con el paso del tiempo| El Tiempo
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de FutbolRed, y contó con la revisión de un periodista y un editor.