Pepa Recuero, docente de educación especial, enfrenta un complejo panorama desde que contrajo covid hace cinco años. Su vida, antes activa y en constante movimiento, cambió drásticamente debido a los síntomas persistentes que la enfermedad le dejó.
"Yo antes era una persona muy activa, con mucha vitalidad, madre de tres hijas, profesora de un centro de educación especial", relató.
La profesora explicó cómo su rutina diaria se transformó de manera radical. De ser una profesional comprometida con su centro educativo, coordinando la ecoescuela y organizando excursiones, ahora depende de apoyo externo para movilizarse.
"He vivido el convertirme en el otro lado. De atender a personas con discapacidad a convertirme en una persona con discapacidad", afirmó.
Durante estos años, experimentó una amplia gama de síntomas, entre ellos fiebre, hipotermias y episodios en los que su temperatura corporal bajó hasta los 34 grados. "Pensé que se había estropeado el termómetro", compartió sobre una de las situaciones que más le preocupó.
Yo antes era una persona muy activa, con mucha vitalidad, madre de tres hijas, profesora de un centro de educación especial
Dificultades neurológicas y dependencia
Uno de los efectos más severos del covid persistente han sido los problemas neurológicos. Pepa describe cómo tiene dificultades para recordar palabras y confunde números, afectando directamente su desempeño en la vida cotidiana. "No encontraba vocabulario, confundía vocabulario y los números", aseguró.
A consecuencia de estas secuelas, se vio obligada a depender de su entorno cercano para realizar actividades básicas.
Sin embargo, destaca que la resiliencia y el humor son clave para sobrellevar su situación. "Me he reído de mi sombra", comentó, resaltando la importancia del apoyo familiar y social para sobrellevar una condición que la llevó a una "catarsis total".
Desafíos laborales
A nivel laboral, la profesora enfrenta serias dificultades. Desde los 21 años ha cotizado en la seguridad social, pero actualmente atraviesa una situación económica crítica tras 16 meses sin recibir ingresos. "Llevo 16 meses sin cobrar nada", explicó, pues se encuentra en excedencia debido a su estado de salud.
El deterioro físico es notable, perdiendo 18 kilos y sufriendo episodios de adormecimiento en distintas partes del cuerpo, además de alteraciones cardíacas. "Después de recibir una carta para incorporarme, se me durmió media cabeza", contó.
Pepa Recuero, docente de educación especial, Foto:Europa Press
El proceso para obtener un reconocimiento oficial de su condición también es complejo. Ha pasado en cinco ocasiones por el tribunal médico y ha entregado numerosos documentos sin obtener un respaldo claro. "Ningún médico me ha dado nunca el alta, de hecho me empezaron a hablar de incapacidad", expresó.
Para ella, es crucial que se realicen adaptaciones laborales que permitan a las personas con covid persistente reincorporarse con horarios reducidos y compensaciones económicas.
"No todo el mundo puede sostener una excedencia o una reducción de jornada", destacó.
Urgencia de mayor investigación y apoyo
Pepa también hace un llamado para que la enfermedad sea reconocida como una patología crónica con todas sus implicaciones. Considera que el respaldo de la Organización Mundial de la Salud y del sistema sanitario español ha sido un avance, pero no suficiente.
A nivel personal, subrayó la importancia del acompañamiento psicológico. "Hace falta también mucho apoyo psicológico, porque realmente nos hace falta sostener un cuerpo enfermo que da error por tantos lugares", explicó.
Por otro lado, denunció el estigma que enfrentan los pacientes, especialmente las mujeres, quienes representan la mayoría de los afectados. "Es muy importante juntarte, asociarte y compartir esas dificultades del día a día", aseguró, destacando el papel fundamental de las asociaciones para visibilizar la problemática.
La mujer hace un llamado para que hagan más investigaciones. Foto:iStock
Entre sus principales peticiones, insistió en la necesidad de contar con un registro oficial de pacientes, acceso a tratamientos específicos y mayor inversión en investigación. "Es fundamental que siga habiendo apoyo económico para seguir manteniendo esa investigación", enfatizó.
"Prefiero pensar en lo que sí puedo hacer cada día y estar satisfecha de haber hecho un montón de cosas antes de enfermar", concluyó,
Europa Press.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Europa Press, y contó con la revisión de un periodista y un editor.