El membrillo, aunque no tan popular en su estado natural, es un alimento con un alto potencial nutricional que merece atención. Su textura dura y su sabor astringente suelen ser barreras para muchos, pero detrás de estas características, ofrece beneficios significativos para la salud, especialmente en términos de digestión y propiedades antioxidantes.
Beneficios digestivos
El membrillo es una fuente rica en fibra dietética, especialmente pectina, que juega un papel crucial en la regulación del tránsito intestinal.
La nutricionista Milagros Sympson destaca que "es una fruta rica en fibra dietética –particularmente pectina–, con un aporte interesante de vitamina C, antioxidantes como flavonoides y polifenoles y, en menor medida, minerales como potasio, magnesio y cobre".
Contiene compuestos fenólicos, flavonoides y vitamina C Foto:iStock
La pectina es una fibra soluble que no solo facilita la digestión, sino que también ayuda a controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
Además, tiene un efecto astringente, particularmente al madurar. Esta propiedad es beneficiosa en casos de diarrea, ya que la pectina, al entrar en contacto con el agua, forma un gel que ayuda a densificar las heces líquidas. "Esta fibra, en contacto con el agua, crea un gel que la retiene, por lo que las heces líquidas propias de los procesos diarreicos, se vuelven más densas y mejoran el cuadro", explica Sympson.
Una 'bomba antioxidante'
El membrillo es reconocido por sus compuestos fenólicos y flavonoides, que le otorgan propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Estos antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, protegiendo las células de los daños causados por los radicales libres. Además, su alto contenido de vitamina C refuerza el sistema inmunológico y mejora la salud de la piel. "Con compuestos fenólicos y flavonoides, el fruto adquiere propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ayudando a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo", señala Sympson.
El membrillo también es útil para combatir bacterias dañinas. Según varios estudios in vitro, este fruto tiene propiedades antibacterianas que podrían prevenir la proliferación de bacterias como E. coli y S. aureus.
Ayuda a su sistema digestivo Foto:Istock
Alivio para el reflujo gastroesofágico
Una de las propiedades menos conocidas del membrillo es su capacidad para aliviar los síntomas del reflujo gastroesofágico. El jarabe de membrillo ha mostrado ser tan eficaz como los medicamentos tradicionales en el tratamiento de la acidez estomacal.
Un estudio realizado en 80 niños con reflujo encontró que el jarabe de membrillo, administrado diariamente, fue igual de efectivo que los tratamientos convencionales. De manera similar, una investigación con 137 mujeres embarazadas demostró que una dosis de 10 mg de jarabe de membrillo después de las comidas fue tan eficaz como la medicación para aliviar los síntomas del reflujo.
Para aprovechar sus beneficios, se recomienda consumirlo en su forma natural. Foto:iStock
Fresco vs. cocido: diferencias clave
Existen diferencias notables entre el membrillo fresco y su versión cocida, como el famoso dulce de membrillo. En su formato cocido, aunque la fibra permanece, los azúcares agregados pueden diluir sus efectos beneficiosos.
Sympson advierte que "si bien en su formato cocido o dulce la fibra se mantiene, su efecto puede diluirse por la mayor proporción de azúcares agregados", por lo que recomienda limitar su consumo, especialmente en personas con diabetes, sobrepeso o problemas dentales. Además, la cocción reduce significativamente el contenido de vitamina C en el fruto.
En términos calóricos, 100 gramos de membrillo fresco aportan alrededor de 57 calorías, mientras que la versión cocida con azúcar puede superar las 300 calorías, dependiendo de la receta utilizada.
También es usado para hacer dulces. Foto:iStock
Cómo incorporar el membrillo en la dieta
Para aprovechar al máximo sus propiedades, lo ideal es consumir el membrillo en su forma natural. Sin embargo, si su textura es un impedimento, existen formas sencillas de incorporarlo a la dieta. Sympson sugiere consumirlo en compota sin azúcares agregados o asado con especias como una alternativa saludable.
- Ingredientes:
- Dos membrillos grandes, pelados y sin el corazón.
- Una taza de agua.
- Una rama de canela (opcional).
- Jugo de medio limón.
- Pasos:
- Cortar los membrillos en trozos y ponerlos en una olla con agua, canela y jugo de limón.
- Cocinar a fuego medio-bajo durante 25-30 minutos, hasta que el membrillo esté tierno.
- Retirar la canela y triturar con un tenedor o licuadora hasta obtener una textura suave.
- Servir tibio o frío, ideal para acompañar con yogur natural o avena.
Es fundamental consultar con un experto en salud, como un nutricionista o médico, antes de incorporar nuevos alimentos o suplementos en la dieta.
Soll Valls
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.