El presidente saliente de Estados Unidos Joe Biden recibirá este miércoles 13 de noviembre en el Despacho Oval a Donald Trump, que le sucederá en enero en la Casa Blanca, para iniciar un traspaso de poder que el demócrata prometió que sería pacífico con su peor enemigo político.
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La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, anunció este sábado en un comunicado que Biden recibirá a Trump a las 11:00 horas de Washington.
Dos días después de la clara victoria del republicano contra Kamala Harris, Biden se comprometió a garantizar una transferencia de poder "pacífica y ordenada". El encuentro será el primer paso en ese proceso.
"Espero que podamos, independientemente de por quién votemos, considerarnos conciudadanos y no adversarios", dijo Biden el jueves durante su primer discurso desde las elecciones.
Biden no confirmó si asistirá en persona a la investidura de Trump el 20 de enero de 2025, pero insinuó que podría hacerlo: "Voy a cumplir mis promesas y honrar la Constitución el 20 de enero; tendremos una transición pacífica", afirmó.
Espero que podamos, independientemente de por quién votemos, considerarnos conciudadanos y no adversarios
Ampliamente derrotada, la vicepresidenta y excandidata demócrata también se comprometió a "ayudar" a Trump en la transferencia del poder, unas declaraciones que contrastan marcadamente con la actitud del republicano tras las elecciones de 2020, cuando se negó a reconocer su derrota y boicoteó la ceremonia de toma de posesión de Biden.
En enero de 2021 partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio para impedir la certificación del triunfo del demócrata.
A sus 78 años, el magnate inmobiliario, que fue objeto de dos intentos de asesinato durante la campaña y fue acusado y condenado por cargos penales y civiles, hará ahora un increíble regreso a la Casa Blanca.
En un comunicado difundido este sábado, prometió que su administración "devolverá la grandeza a Estados Unidos"y "restaurará la fuerza, el éxito y el sentido común en la Oficina Oval".
Entregarle las llaves de la Casa Blanca al republicano será, para Biden, una inmensa humillación. El demócrata ha sido acusado, además, por su propio campo, de haber facilitado, por orgullo, este sonoro retorno, al no haberse retirado a tiempo de la carrera presidencial.
Lastrado por su edad (81 años), Biden aceptó tirar la toalla recién en julio, dejando en su lugar a Kamala Harris.
La vicepresidenta, que definió a su rival Trump como "fascista" y aseguró que representaba "un peligro para la democracia", no logró sin embargo convencer a los estadounidenses de que comprendía sus preocupaciones económicas y de seguridad.
Según encuestas a pie de urna, la principal preocupación de los votantes eran precisamente la economía y la inflación, que se había disparado durante el mandato de Biden, tras la pandemia de covid.
Trump prometió a los estadounidenses mejorar sus vidas mediante recortes de impuestos y un aumento de los aranceles aduaneros. También dijo que llevaría a cabo expulsiones "masivas" de inmigrantes irregulares.
El republicano podrá contar con el Senado, que su partido arrebató a los demócratas, y posiblemente con la Cámara de Representantes, donde su partido va camino de conservar la mayoría. También dispone de mayoría en la Corte Suprema de Justicia.
A falta de que concluya el escrutinio en el estado de Arizona, el último por adjudicar, Trump ganó 301 votos electorales, 31 votos más de los 270 necesarios para hacerse con la Presidencia, frente a los 226 cosechados por Harris.
Es casi seguro, además, que superará a Harris en el voto popular. El magnate va en consecuencia camino a convertirse en el primer presidente republicano en 20 años en conseguirlo.