¿Por qué Nueva York no es la capital del estado? Hay un dato oculto

En el continente de América, la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, es una de las más pobladas, importantes y visitadas anualmente por turistas debido a su rica cultura, modernidad y demás características. Sin embargo, la urbe que posee más de 8'000.000 de habitantes no es la capital del estado homónimo, y hay una historia detrás de las principales causas.

Más de 200 años de historia erigen a Estados Unidos como una de las naciones más importantes del mundo, y desde el inicio de su fundación, Nueva York era una de las zonas más importantes. Al fundar el país, los padres de la patria estadounidense eligieron a la ciudad de Albany como capital del estado, dejando a la ciudad del este del estado relegada a un segundo plano.

A finales del siglo XVIII, cuando el gobierno debió elegir a la capital del estado, la ciudad de Nueva York quedó fuera de los planes debido a que entonces no era el centro financiero, y su notable expansión no comenzaría hasta la década de 1830. La discusión sobre la capital dividió al sur y el norte del estado, por lo que la decisión final también implicó factores geográficos.

Como uno de los estados más importantes del país, del que incluso fue capital durante un año en 1789 mientras avanzaban con las construcciones de Washington D.C., la selección de la capital fue un tema de discusión que provocó acalorados debates, los cuales se dirimieron en función a la importancia que tenía entonces Albany.

¿Por qué Albany es la capital de Nueva York?

De rápido crecimiento económico y desarrollo político, la ciudad de Albany fue el centro de la planificación militar durante la Guerra franco-india, casi diez años antes de la formación del gobierno estadounidense, según explica el sitio web oficial de la ciudad. Durante la guerra, se convirtió en un centro de abastecimiento útil y un punto de reunión para la planificación militar.

Al formar el gobierno estatal, la legislatura de Nueva York se reunió primero en Kingston y luego continuó con reuniones anuales tanto en la ciudad de Nueva York como en Albany. Debido a la importancia de la ciudad en aquella época, así como su estratégica ubicación geográfica que permite acceder desde distintas ciudades del estado, el gobierno estableció a Albany como la capital de Nueva York.