Pedro Flórez (Pacto Histórico) sobre debate de la consulta popular: 'No fui testigo de ninguna acción de fraude'

hace 3 horas 29

En entrevista con EL TIEMPO, el senador Pedro Flórez (Pacto Histórico), quien, junto a Ariel Ávila, radicó el informe de la apelación de la reforma laboral que fue aprobado, habló sobre la tensa jornada que se vivió ayer en el Senado tras el hundimiento de la consulta popular y sobre lo que viene en la discusión de la reforma laboral en la Comisión Cuarta.

¿Cuál es su opinión sobre la jornada que se vivió en el día de ayer en el Senado?

Fue una jornada agitada con unos hechos lamentables en donde hasta confrontación inaceptables hubo. Pero creo que más allá de esto, que no es menos importante, lo más importante es resaltar los dos grandes hechos que se dieron ayer en medio de la sesión plenaria. Lo primero es que se asestó un golpe a la democracia. El hundimiento de la consulta popular es una muestra, de la falta de madurez política del Congreso de la República y especialmente de ciertos sectores políticos en nuestro país. La consulta popular es un instrumento legal, legítimo y constitucional consagrado en la Constitución del 91 y los que nos decimos demócratas y defensores de la Constitución del 91 no podemos bajo ningún pretexto quitarle la posibilidad a las ciudadanías de que se expresen a través de los mecanismos de participación ciudadana que consagra la constitución política. Ese es el primer hecho, un golpe mortal a la democracia.

El presidente Gustavo Petro hizo un llamado a las marchas.

El presidente Gustavo Petro hizo un llamado a las marchas. Foto:Néstor Gómez - El Tiempo / Presidencia

¿Qué es lo segundo?

Lo segundo que ocurrió ayer como hecho político resaltable es la aprobación del informe de apelación que presentamos el senador Ariel Ávila y mi persona y que se votó de manera mayoritaria para que reviviera la reforma laboral y se retomara su debate y tránsito en el Senado de la República. Y este no es un hecho menor.

¿Por qué cuando ustedes terminan derrotados en el Congreso es un acto antidemocrático, pero cuando le aprueban las apelaciones como las que usted nos dice que se aprobó, entonces eso sí es democrático? ¿Cuál es la diferencia?

No. Yo me sumo a las voces de mayor sensatez que hoy no estamos hablando en términos de victorias o de derrotas, sino en términos de caminos que se abren para seguir colocando en el centro de nuestro interés los derechos de los trabajadores. Yo no he mencionado en ningún momento, por ejemplo, la palabra fraude porque yo no fui testigo de ninguna acción que pudiera demostrar un fraude. Pero lo que sí creo es que se hicieron algunas jugadas políticas que dentro de las dinámicas del Congreso pueden resultar siendo válidas, pero que le restan legitimidad y le restan transparencia al proceso, especialmente por medio del cual se negó la consulta popular. Yo creo que eso es lo más importante. Mire, por ejemplo, la votación se cerró a los tres, cuatro minutos cuando normalmente se esperan hasta treinta minutos para que lleguen los senadores a votar. Se toca una campanita para que los senadores la escuchen y sepamos que estamos votando y nos acerquemos a la votación. Todo esto ayer en medio de una jugada política que repito, las mesas directivas les responden a los intereses genuinos de quienes representan, ayer usaron y aplicaron y que le restan credibilidad, porque yo sí creo que la consulta popular tenía los votos suficientes para salir adelante.

¿Usted cree que había garantías para esperar la campanita y los 30 minutos cuando el ministro del Interior, muy cercano a usted a propósito, estaba manoteando sobre la mesa y la senadora María José Pizarro le estaba rapando al secretario del Senado el papel donde estaban los votos? 

Frente a lo primero, yo creo que, si la mesa directiva del Senado hubiese tenido la disposición de brindarle garantías al Congreso, hubiese suspendido temporalmente la votación, le hubiese dado manejo. Es lo que yo quiero decir. Indudablemente se presentaron diferentes circunstancias que la mesa directiva aprovechó. Una serie de situaciones que también facilitaron la jugadita, por decirlo de alguna manera.

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El debate en la plenaria estuvo tenso y duró más de 7 horas. Foto:Milton Diaz / El Tiempo

¿Sobre lo segundo?

Nosotros tuvimos varias conversaciones con el ministro, pero con respecto al tema de la apelación, pero no había mucha fe en el verdadero compromiso de las bancadas y de los congresistas en que se pudiera sacar adelante la apelación y la reforma vía apelación. Y lo demuestra el hecho de que la comisión accidental se conformó el dos de abril y hasta el 28 de abril, cuando el senador Ariel Ávila y yo frente a más de 26 días en la que no se convoca esa comisión, nos decidimos a presentar el informe positivo. Transcurrieron 26 días. Nosotros presentamos ese informe el 28 y tan solo se presentó el día de ayer en la plenaria del Senado. Entonces, esto lo que demuestra es que, a pesar de que es una vía válida y legítima para revivir el proyecto, pues había mucha desconfianza por los tiempos y además por la falta de garantías de las diferentes bancadas y de los congresistas para aprobar realmente la reforma laboral.

Si el Senado de la República saca adelante la reforma laboral, que es la reforma laboral del gobierno y que tiene muchos de los puntos que están en la consulta, si finalmente tenemos una ley de reforma laboral con algunos de los cambios propuestos, ¿tiene sentido seguir insistiendo en la consulta?

Hoy lo que creo yo es que el Congreso está en la obligación y en la necesidad de brindarle una reforma laboral que esté a la altura de los intereses de los trabajadores de nuestro país. Y eso exige un debate riguroso, pues válidamente el Congreso sacará adelante lo que en su sabiduría considere está bien y obviamente rechazará lo que considere que no debe avanzar, pero en esencia la reforma laboral que el Senado le brinde al país, debe contener los elementos fundamentales para garantizar derechos y dignidades arrebatadas hace cerca de dos décadas a los trabajadores y que permitan avanzar hacia un sistema laboral más justo y equitativo. En ese sentido, creo que la consulta popular perdería fuerza, pero de lo contrario sucedería todo lo contrario, la consulta popular reviviría y sería el instrumento válido, legítimo y constitucional para sacar adelante esta reforma.

El trino del ministro del Interior, Armando Benedetti, en el que denuncia supuesto fraude.

El trino del ministro del Interior, Armando Benedetti, en el que denuncia supuesto fraude. Foto:Archivo particular

¿Ustedes están dispuestos a aceptar esos cambios? ¿Es posible conseguir consensos?

Sí, yo estoy totalmente de acuerdo. Aquí hay que encontrar un equilibrio. Aquí no se trata de hablar de vencedores o de derrotados, sino de derechos de los trabajadores. Aquí lo que debe estar en el centro del interés genuino del Congreso y del Gobierno Nacional son los derechos de los trabajadores y no victorias o derrotas. En ese sentido, yo desde lo personal creo que el Gobierno manda una señal positiva en ese sentido. cuando decide darle un mensaje de urgencia hace varias semanas al proyecto de ley que cursa en la Comisión Séptima y presentado por el Partido Liberal, que era una alternativa antes de que se reviviera vía apelación el día de ayer la reforma laboral. Treinta y siete días clave. Treinta y siete días clave, senador. Bueno, pues, senador Flores, le deseo un feliz día. Muchas gracias por ilustrarnos y que venga lo mejor para la reforma y que venga lo mejor para el país y, por supuesto, para el Congreso de la República. Un cordial saludo, senador. Muchísimas gracias por la invitación y aquí siempre atentos y prestos a participar en los espacios que ustedes amablemente nos inviten.

Redacción Política

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