Una buena alimentación no solo impacta la salud general, sino que también juega un papel crucial en el bienestar bucodental. Así lo explica Alicia Miguel, odontóloga y miembro de la Sociedad Española de Prótesis, Estomatología y Estética (SEPES), quien destaca la relación directa entre los nutrientes que se consumen y la resistencia del esmalte dental.
El esmalte recubre la parte visible de los dientes, conocida como la corona, y es fundamental para proteger la estructura interna de cada pieza dental. En palabras de Miguel, “el esmalte es el tejido más duro del cuerpo y esta dureza se la debe a que está formado, casi en su totalidad, por minerales (calcio y fosfato), que forman pequeños cristales densamente empaquetados de un compuesto que se llama 'hidroxiapatita'”.
Factores que deterioran el esmalte dental
Debido a su estructura mineral, el esmalte puede deteriorarse por diferentes razones. Según la odontóloga, los traumatismos, ya sean fuertes o repetitivos, afectan directamente esta barrera protectora. Golpes directos, mordisqueo de uñas u objetos, alimentos muy duros o el uso de piercings bucales, se encuentran entre las causas más comunes de microfracturas.
Además, resalta la especialista, el bruxismo o rechinar de dientes y algunos trastornos del sueño también representan un riesgo.
Otro agente perjudicial es el consumo habitual de productos ácidos, los cuales erosionan el esmalte disolviendo sus cristales. Esta acidez puede provenir tanto de alimentos y bebidas, como de problemas gástricos o incluso de la actividad bacteriana que transforma carbohidratos en ácidos.
Cuide su esmalte dental. Foto:iStock
Cómo consumir alimentos ácidos sin perjudicar el esmalte
Para mitigar el daño que provocan los ácidos, la odontóloga recomienda no ingerirlos de forma continua ni aisladamente. Aconseja acompañarlos con otros alimentos que neutralicen su acidez y tener ciertos cuidados posteriores. “Si lo hacemos, enjuagar nuestra boca con agua tras su consumo y no cepillarnos los dientes inmediatamente después de su consumo”, subraya.
Contrario a la práctica habitual, Miguel sugiere esperar entre 20 y 30 minutos antes de cepillarse tras consumir alimentos ácidos.
“Cuando esto ocurre la saliva actúa eliminando la acidez y, de esta manera, estos iones vuelven a ser capturados por el esmalte, es decir se produce una remineralización del mismo. Si nosotros cepillamos nuestros dientes antes, quitamos el calcio y el fosfato del entorno de los dientes, y cuando el esmalte está en condiciones de volver a incorporarlo porque ya no hay acidez, no lo puede hacer porque hemos eliminado estos minerales con el cepillo. Este proceso de desmineralización repetido a lo largo del tiempo puede llevar al debilitamiento y a la disolución del esmalte”, explica la experta.
Dientes Foto:iStock
Bebidas que combinan acidez y azúcar: una amenaza doble
Miguel también llama la atención sobre las bebidas gaseosas, ya que su contenido de ácido carbónico contribuye a la erosión del esmalte. “Y dentro de ellas, las que son especialmente dañinas, son las que combinan acidez y el otro gran enemigo de nuestro esmalte que es el azúcar, como ocurre en el caso de los zumos industriales, de los refrescos con burbujas, y de las bebidas energéticas, que son especialmente dañinas”, advierte.
Nutrientes clave para fortalecer el esmalte
La especialista señala que una dieta equilibrada puede aportar los minerales esenciales para mantener la integridad del esmalte. Menciona que alimentos como los lácteos y vegetales proporcionan calcio y fosfato, mientras que bebidas como el té contienen flúor, que refuerza esta capa dental.
Además, “los polifenoles y flavonoides, que son carióstáticos, los alcalinos, cosa que sucede con la mayor parte de los vegetales, ya que cuando el pH es alcalino se favorece la remineralización del esmalte, y los que, por su sabor o textura fibrosa (verduras, algunas frutas), estimulan la producción de saliva, porque la saliva tiene una función de 'aclarado' de la superficie dental y aumenta el pH de la boca, neutralizando así el posible efecto dañino de los ácidos”.
El consumo de frutas es vital para la salud y ayuda a la salud dental. Foto:iStock
Alimentación y limpieza
Pese a la relevancia de los nutrientes en la protección dental, Miguel subraya que la higiene bucal sigue siendo indispensable. “La mejor protección para el esmalte después de las comidas es una correcta higiene dental. Pero, si ésta no es posible, lo mejor es terminar la comida con alimentos que no sean dulces, que aporten componentes 'beneficiosos' al esmalte, y que sean fibrosos para estimular la producción de saliva (vegetales, frutas). También el consumo de caramelos o de chicle con xilitol podría ayudarnos a paliar la falta del cepillado dental”, concluye la odontóloga.
Europa Press.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Europa Press, y contó con la revisión de la periodista y un editor.