'Nos sorprendió mucho': la tormentosa mancha roja en Júpiter y su comportamiento

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La Gran Mancha Roja de Júpiter es una de las maravillas más asombrosas del sistema solar. Es una tormenta elíptica con remolinos color naranja quemado y cobre opaco, es más larga que ancha la Tierra y sus vientos rugen por las cimas de las nubes del planeta a 640 kilómetros por hora.

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Desde la distancia, la mancha puede parecer un elemento invariable. Pero los científicos han descubierto ahora que se sacude y cambia de forma, alargándose y contrayéndose repetidamente a medida que circunnavega el hemisferio sur de Júpiter como una pelota roja brillante que rebota.

Los astrónomos dicen que la mancha no siempre ha tenido el mismo aspecto que hoy. Pero descubrir que era capaz de transformarse durante un periodo de observación de 90 días fue una sorpresa. “Nos sorprendió mucho”, dijo Amy Simon, astrónoma planetaria en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Maryland y una autora de un estudio publicado en The Planetary Science Journal.

James O’Donoghue, astrónomo planetario en la Universidad de Reading, en Inglaterra, que no participó en el estudio, dijo que la tormenta “se comporta como una babosa, contrayéndose y estirándose al moverse por el planeta. Es una gran babosa roja.

Pero los astrónomos desconocen por qué se comporta así. La mancha, que gira en el sentido contrario a las manecillas del reloj, ha sido observada continuamente desde hace 150 años. Probablemente no siempre ha estado presente en Júpiter, al menos no en su forma actual, y sus orígenes no están claros.

El hecho de que la tormenta haya existido durante tanto tiempo probablemente tenga algo que ver con dos potentes corrientes en chorro que rodean, dijo O’Donoghue. Mantienen los bordes de la mancha girando y al mismo tiempo evitan que la tormenta se desplace hacia el ecuador o los polos, donde las fuerzas atmosféricas y la rotación del planeta podrían destrozarla.

Pero la tormenta no está arraigada en un lugar. “Se desplaza lentamente hacia el oeste y tarda algunos años en dar la vuelta al planeta”, dijo Simon. Y al migrar se acelera y se desacelera durante un ciclo de tres meses. Este ciclo, observado durante décadas, aún no tiene explicación.

Simon y su equipo observaron la Gran Mancha Roja desde diciembre del 2023 hasta marzo del 2024 utilizando el Telescopio Espacial Hubble. Durante ese ciclo de 90 días, quedaron atónitos al ver cómo la tormenta cambiaba de tamaño. Pero incluso si el equipo no podía explicar por qué sucedía esto, sabía que la supertormenta tenía habilidades para cambiar de forma.

“Una forma tan alargada no es muy estable”, dijo Simon.

A finales del siglo 19, la tormenta tenía más de tres veces la anchura de la Tierra y desde entonces se ha ido contrayendo rápidamente. Podría ser que a medida que las fuerzas de la naturaleza la empujen a buscar una forma más ideal, la Gran Mancha Roja podría desaparecer.

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