Zoe Conant, una ciudadana estadounidense, enfrentó un inesperado revés en la antesala de uno de los momentos más importantes de su vida.
Junto con su prometido, Blane Conant, viajó desde Columbia, Carolina del Sur, rumbo a Costa Rica con la ilusión de celebrar su boda frente al mar. Sin embargo, a solo cuatro días del evento, un inconveniente con su pasaporte la obligó a regresar a Estados Unidos.
La boda era en Costa Rica. Foto:Redes sociales
El viaje de ensueño que se convirtió en una pesadilla
Lo que comenzó como una travesía llena de ilusión se tornó caótico al momento de pasar por el control migratorio en el aeropuerto costarricense.
Tras un vuelo de 12 horas, la pareja recibió una noticia desconcertante: a Zoe no se le permitiría ingresar al país. Las autoridades le notificaron que su pasaporte estaba reportado como “desaparecido o robado”, pese a que se encontraba vigente y sin señales aparentes de alteración.
“El pasaporte no había caducado, y para salir del país tienes que introducir tu número de pasaporte un montón de veces para facturar y demás”, explicó Blane Conant.
“Incluso lo escaneamos al embarcar en nuestro vuelo de American Airlines. Ni que decir tiene que nos pilló completamente desprevenidos”, contó al 'Daily Mail'.
Había un error con su pasaporte. Foto:iStock
Una súplica sin respuesta y una separación forzada
Ante la situación, Zoe rompió en llanto mientras rogaba al oficial de inmigración que le permitiera ingresar o encontrar una solución.
Sin embargo, no hubo alternativa: debía regresar de inmediato a Estados Unidos. Un amigo cercano a la pareja, con contactos en el gobierno, les explicó que este tipo de errores pueden ocurrir cuando una persona tiene un nombre común, lo que puede llevar a una cancelación equivocada del documento.
Con la boda a pocos días, Zoe tomó el primer vuelo disponible a Miami. El retorno fue solitario, pues Blane decidió quedarse en Costa Rica con los 26 invitados, entre familiares y amigos, que ya habían arribado para acompañarlos en la ceremonia.
“No podía dejar sola a mi familia”, comentó Blane. “Nos despedimos con lágrimas en los ojos y empezamos a informar a todo el mundo de la situación. Todavía estaba en una oleada de incredulidad”, expresó.
Una mano amiga y una carrera contrarreloj
Durante el vuelo de regreso, una azafata notó el estado emocional de Zoe y decidió prestarle ayuda. Gracias a su apoyo, la joven obtuvo información clave que le permitió avanzar rápidamente en la gestión de un nuevo pasaporte.
“Me dieron la dirección de una oficina de pasaportes y un número al que llamar cuando aterrizara”, contó. “Cuando aterricé y pasé la aduana, llamé al número que me había dado la azafata y conseguí una cita para la mañana siguiente”.
Con el respaldo de sus padres, quienes le enviaron la documentación necesaria y le reservaron un hotel, Zoe logró completar el trámite sin mayores contratiempos.
“En ese momento me sentía muy emocionada y agotada”, recordó. “Habían pasado casi 24 horas desde la última vez que dormí”, agregó.
El regreso y una ceremonia inolvidable
Ya con el nuevo pasaporte en mano, Zoe abordó otro vuelo hacia Costa Rica, logrando llegar dos días antes de la boda. La ceremonia pudo realizarse como estaba previsto, y resultó en una experiencia que la pareja jamás olvidará.
“El día fue absolutamente increíble”, expresó Zoe. “Estuvimos juntos la mayor parte del día, caminamos hasta la playa y nos reunimos para la ceremonia. Fue muy íntimo y especial. Nos llovió un poco justo después de leer nuestros votos y después de besarnos corrimos hacia el océano con nuestros invitados siguiéndonos en las olas. Los lugareños que estaban allí nos miraban y nos animaban”, dijo.
Pese a los imprevistos, pudieron celebrar su boda. Foto:Redes sociales
Una advertencia tras superar el incidente
Aunque ahora el episodio es motivo de anécdotas para la pareja, Zoe no deja de advertir sobre los riesgos de este tipo de errores documentales: “Al parecer, no hay forma de comprobar si te han robado el pasaporte o si lo has perdido”.
La joven destacó el apoyo que recibió en medio de la crisis y la importancia de su círculo cercano durante el proceso. “Sinceramente, fue una gran prueba de mi propia resistencia y de lo mucho que mi familia se preocupa por mí. Quiero dar las gracias a mis padres por conseguirme todo lo que necesitaba, desde los documentos hasta el billete de avión de vuelta, y por estar a mi lado. Estoy muy agradecida”, concluyó.
Jorge Villanes
El Comercio (Perú) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.