Pese a las advertencias de las autoridades, miles de ciudadanos hindúes se sumergieron este jueves en las aguas contaminadas y malolientes del río Yamuna, ubicado en las afueras de Nueva Delhi, para celebrar el ritual de Chhath Puja.
Conforme a los criterios de
Este festival anual rinde homenaje al dios sol, Surya, y culmina con un baño en este río sagrado, un acto que muchos consideran esencial para su fe.
Devoción en medio de la contaminación
Entre los fieles se encontraba Krishnawati Devi, una madre de 45 años, quien expresó su confianza en la divinidad: "Estoy convencida de que las aguas del río son puras y bendecidas por el mismísimo dios sol". Con un sari colorido y adornos brillantes, Devi se arrodilló en el río, reafirmando su fe: "Mi fe en Dios no flaquea". Su convicción la llevó a descartar cualquier preocupación, afirmando que "Dios se encargará de todo".
Este ritual, que honra a la naturaleza, también evidencia la creciente contaminación que afecta a la región. En Nueva Delhi, ciudad de 30 millones de habitantes, el aire se satura de humo industrial, agrícola y de vehículos, alcanzando niveles críticos durante el invierno.
El río Yamuna, afluente del Ganges, refleja esta crisis ambiental al estar cubierto de espuma blanca tóxica compuesta de fertilizantes y detergentes vertidos indiscriminadamente.
Intentos fallidos para evitar el contacto con el agua
Las autoridades han intentado diversas estrategias para reducir la contaminación del río, utilizando dispersantes en un esfuerzo por diluir la espuma. Sin embargo, el agua sigue cubierta de una capa espesa y blanca, inalterable ante estos intentos. Este año, los tribunales tomaron medidas para desincentivar el baño en el Yamuna durante el festival.
"Por favor, comprenda que se enfermará", advirtió un tribunal de Nueva Delhi en un fallo reciente. A pesar de las insistencias, las autoridades no lograron detener la participación de los fieles en el ritual.
Para algunos, como Deepa Kumari, una joven de 14 años, el riesgo era secundario frente a la importancia del evento. "Huele mal, es verdad", reconoció Kumari, mientras compartía el momento junto a su familia y amigos. “Pero lo importante es celebrar en el río y con nuestros seres queridos”, concluyó, elevando su voz entre los cánticos y el retumbar de los tambores.
Este fervor religioso se mantiene inquebrantable, aunque la realidad ambiental del Yamuna refleje los efectos de una crisis ambiental cada vez más alarmante en India.
Agencia AFP
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Agencia AFP, y contó con la revisión de un periodista y un editor.