Un estudio de la Universidad Atlántica de Florida (EE. UU.) reveló que las madres que intentan controlar las amistades de sus hijos en respuesta a malas conductas pueden estar empeorando la situación.
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Publicado en 'The Journal of Child Psychology and Psychiatry', el estudio siguió a 562 adolescentes, entre los nueve y 14 años, durante un año escolar para analizar cómo la desaprobación materna afecta las relaciones sociales de los jóvenes y, consecuentemente, su comportamiento.
El trabajo, realizado en colaboración con investigadores de la Mykolas Romeris University en Vilnius, Lituania, demostró que cuando las madres desaprueban a los amigos de sus hijos debido a problemas de conducta, esto perjudica la posición social de los niños entre sus pares y aumenta los comportamientos problemáticos que se intentaban prevenir.
Brett Laursen, coautor del estudio y profesor de psicología en la FAU, explica que esta dinámica lleva a que los niños sean rechazados activamente por sus compañeros, no solo reduciendo su popularidad sino también potenciando el rechazo.
"Los hallazgos son importantes porque hablan del mecanismo que traduce la desaprobación de los amigos en problemas de conducta elevados. La desaprobación de los amigos por parte de la madre tiene consecuencias contraproducentes para los problemas de conducta debido al impacto nocivo que tiene en el estatus de los pares", dice Laursen.
"Los jóvenes pueden informar a los amigos sobre las restricciones y sus razones. O las madres pueden expresar su desaprobación directamente a los amigos. Es probable que ninguno de los dos sea bien recibido por los destinatarios. Los amigos pueden responder difundiendo el desprecio o el ridículo en todo el grupo de pares. Es probable que las oportunidades sociales se debiliten a medida que los pares evitan afiliarse con alguien que se describe como poco popular", añade.
El experto detalla que los intentos de las madres por cortar amistades problemáticas pueden llevar a que sus hijos busquen nuevos amigos entre otros niños igualmente marginados, lo que solo refuerza los problemas de conducta.
"Imaginemos esta situación: una amistad termina porque la madre se lo prohíbe. Ahora el niño necesita un nuevo amigo. ¿Quién quiere ser amigo de alguien que tiene una madre desagradable y entrometida? Es muy probable que las opciones de amistad sean ahora bastante limitadas y el niño se vea obligado a considerar a alguien que también es rechazado por sus compañeros; alguien a quien le cuesta hacer amigos", explica Laursen.
¿Qué hacer ante estos casos?
El estudio sugiere que los padres deberían buscar alternativas más constructivas para manejar las amistades de sus hijos. Recomienda fomentar interacciones supervisadas en ambientes controlados, como clubes o actividades patrocinadas por adultos, para prevenir conductas delictivas que generalmente ocurren fuera del hogar y sin supervisión adulta.
Finalmente, los expertos aconsejan que, en lugar de prohibir amistades, los padres deben concentrarse en mantener una relación positiva y de apoyo con sus hijos, lo que puede servir como un amortiguador efectivo contra influencias negativas y ayudar a los jóvenes a manejar de manera más saludable las presiones de grupo.
EUROPA PRESS
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*Este contenido fue escrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basada en información de Europa Press, y contó con la revisión de un periodista y un editor.