Durante más de nueve décadas, una sensación de elegancia y enigma ha envuelto un distinguido centro médico ubicado a las orillas del lago Lemán, a los pies de los imponentes Alpes y a 90 kilómetros de la ciudad de Ginebra.
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En este entorno, la búsqueda por frenar los efectos del envejecimiento se ha convertido en una verdadera obsesión. Un grupo compuesto por 55 especialistas y numerosos investigadores de diversas áreas se dedica a descubrir los misterios de la longevidad y la vida. Este es el escenario de la clínica La Prairie, reconocida globalmente como un refugio de salud y bienestar donde parece que el tiempo se ha detenido.
Lejos de excentricidades opulentas, en La Prairie se percibe una atmósfera de tecnología de vanguardia y tratamientos hechos a medida para cada cliente, una sensación que se aprecia al atravesar las puertas del recinto.
El ambiente combina sofisticación, avances científicos e intimidad, con todo planeado al detalle. Los visitantes recorren el lugar con discreción, casi sin encontrarse entre ellos, mientras realizan sus terapias y consultas.
La clínica, con una capacidad limitada de poco más de 50 personas, proporciona un servicio exclusivo en sus 38 habitaciones y suites, asegurando una experiencia completamente individualizada y única.
La lista de visitantes de La Prairie es extensa e incluye nombres de celebridades como Angelina Jolie y George Clooney, además de miembros de la realeza, que prefieren mantener un perfil más reservado, y personalidades como Diego Maradona.
Sin embargo, el acceso a este exclusivo complejo médico es un privilegio al alcance de pocos. Los programas, que generalmente tienen una duración de una semana, tienen un costo inicial de 28.000 dólares, lo que equivale aproximadamente a 155.800 reales.
Tratamientos y terapias avanzadas
Tratamientos y terapias avanzadas son el sello distintivo de La Prairie. Según Adrian Heini, director médico de la clínica y referente en terapias de revitalización celular, "el declive a nivel tisular y hormonal comienza a partir de los 30 años", por lo que es crucial intervenir tempranamente para retrasar el envejecimiento y enfocarse en la prevención.
Heini también subraya que el verdadero objetivo no es solo prolongar la vida, sino garantizar la mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible: "No se trata solo de prolongar la vida, sino de alargar los años con calidad".
Aunque a simple vista el complejo de La Prairie parece oculto entre la vegetación, en los últimos años se ha expandido considerablemente y actualmente cubre 23.000 metros cuadrados.
Está compuesto por siete edificios interconectados mediante una red de túneles. El moderno centro médico, que cuenta con alrededor de 50 especialidades, fue inaugurado en 1991 e incluye dos quirófanos.
El programa estrella de la clínica es el tratamiento de revitalización, que dura una semana y combina medicina avanzada, nutrición, actividad física y terapias de bienestar.
Además, hay otros programas como el master detox, el reequilibrante y el innovador potencial cerebral. También han desarrollado cuatro complementos alimenticios antienvejecimiento que combinan 17 vitaminas; una caja con tratamiento para dos meses tiene un costo aproximado de 700 dólares, aproximadamente 2.955.127 de pesos colombianos.
El tratamiento revolucionario con potencial cerebral, lanzado este año, utiliza terapias génicas y neurociencia avanzada para mejorar las funciones cognitivas y combatir el deterioro mental relacionado con la edad.
Según Adrian Heini, director médico de La Prairie, "desde la pandemia, hay una creciente demanda de mantener la juventud cognitiva, ya que el Covid ha afectado la concentración en muchos casos".
Este tratamiento es intenso, incluyendo una resonancia magnética de última generación y un análisis con inteligencia artificial, pero lo más importante es ofrecer tranquilidad y demostrar que existe una solución.
En todos los programas, los pacientes pasan por una exhaustiva batería de análisis para recibir su tratamiento personalizado, que puede incluir desde pruebas genéticas o epigenéticas hasta inyecciones de células madre. La rutina varía para cada persona: temprano en la mañana, el huésped encuentra su plan del día colgado en la puerta de su habitación.
Algunos de los más de 50 tipos de terapia pueden parecer sacados de una película de ciencia ficción. Entre las experiencias más sorprendentes se encuentran las sesiones de crioterapia en una cámara metálica, similar a una cabina telefónica, a una temperatura extrema de -110 °C, donde solo la cabeza queda al descubierto; un choque de tres minutos que, aseguran, ayuda a la regeneración celular.
Otra terapia destacada es la infraterapia, que elimina toxinas mientras el paciente permanece durante 40 minutos tumbado en la cúpula vital, una cápsula que emana calor suave para liberar toxinas y energizar el cuerpo.
La terapia de sonido, por su parte, se realiza en una cabina de audiovitalidad innovadora, diseñada para regular la vitalidad del cuerpo y estimular la capacidad de regeneración.
El más joven de los asistentes
La mayoría de los pacientes que visitan La Prairie hoy en día tienen entre 45 y 50 años, con una proporción equitativa entre hombres y mujeres. Sin embargo, Adrian Heini, director médico de la clínica, señala que existe un creciente interés por parte de personas más jóvenes.
"Muchas personas en plena actividad profesional están cada vez más preocupadas por la salud y la longevidad: hay más conciencia", comenta Heini.
Willie Carballo, representante de La Prairie en Latinoamérica y México desde 1979, destaca que hay una recurrencia del 70% entre los huéspedes. "El mejor vendedor de La Prairie es el que va y viene", explica Carballo. "En promedio, los clientes regresan cada dos o tres años, aunque muchos vuelven cada año".
Uno de los pilares clave en la lucha contra el envejecimiento es la nutrición. En La Prairie, el restaurante Seeds, bajo la dirección del chef David Allesandria y con el apoyo de la nutricionista Oliwia Jastrezebska, se enfoca en una dieta antiinflamatoria y antioxidante. La comida está basada en plantas, semillas y raíces, y los platos, lejos de ser monótonos, son verdaderas obras de arte culinario.
El restaurante ofrece un menú sofisticado, que incluye delicias como el tofu Tandoori, y se complementa con una vista idílica de las montañas y el lago. Sin embargo, el menú también es desafiante, ya que está libre de azúcar, lácteos, gluten, sal, refrescos, y el alcohol está ausente.
El café solo se sirve bajo pedido, y cada comida comienza con un vaso de agua hidrogenada vital, que actúa como antioxidante según explican en el lugar.
Desde la pandemia, el interés por la longevidad y el bienestar ha aumentado considerablemente, y La Prairie, con 90 años de historia, se ha consolidado como un referente en este ámbito. Este interés creciente tiene sentido: en los últimos 70 años, la esperanza de vida ha aumentado un 55%, pasando de 47 a 73 años, según algunas estimaciones.
Para 2050, se espera que el número de personas mayores de 60 años se duplique, aunque la OMS advierte que este aumento no ha venido acompañado de una mejor calidad de vida.
En otras palabras, las personas viven más, pero no necesariamente mejor. Esta tendencia ha impulsado una industria en expansión, que se estima alcanzará los 610 mil millones de dólares a nivel mundial para 2025.
No obstante, el acceso a La Prairie, con sus avanzados tratamientos, sigue siendo un privilegio para pocos. Incluso aquellos que tienen el lujo de visitarla en busca del elixir de la juventud se enfrentan al verdadero desafío: mantener hábitos saludables que fortalezcan la inmunidad.
Adrian Heini, director médico de la clínica, afirma: "La verdadera longevidad se reduce a cosas simples: estilo de vida, rutina de ejercicios, dieta equilibrada y sueño suficiente". Según él, estos hábitos están al alcance de todos.
La Nación Argentina / GDA.
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de La Nación Argentina (GDA). Contó con la revisión del periodista y un editor.