Landon, un niño de 11 años que hasta el verano de 2023 disfrutaba de una infancia normal, comenzó a experimentar dolores intensos en la cadera. Estos malestares, inicialmente diagnosticados como simples dolores de crecimiento, ocultaban una realidad mucho más grave: un cáncer en etapa avanzada.
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El pequeño, aficionado a los go-karts, fue llevado por sus padres al médico y, tras examinarlo, concluyeron que los dolores eran normales o posiblemente relacionados con lesiones leves por sus actividades. No obstante, el dolor se intensificó al punto que el niño despertaba llorando por las noches, según 'Daily Mail'.
Fue durante una práctica de fútbol, al notar que tenía dificultades para caminar, que sus padres decidieron buscar un diagnóstico más profundo.
El descubrimiento devastador
En el Hospital Nacional Infantil en Washington D.C, tras resultados anormales en una prueba de sangre y una posterior biopsia de hueso, se confirmó que Landon padecía linfoma anaplásico de células grandes (ALCL) en etapa cuatro, un tipo de cáncer de sangre.
“Visitamos entre cinco y siete doctores diferentes antes de hacer la biopsia de hueso que confirmó el diagnóstico”, dijo a 'Today' el padre de Landon. “Es devastador, es muy fuerte. Cuando escuchas la palabra cáncer, solo puedes pensar en que tu hijo va a morir”, agregó.
El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos clasifica al ALCL como un linfoma no Hodgkin de rápido crecimiento, que puede manifestarse en ganglios linfáticos, piel, huesos, tejidos blandos, pulmones o hígado. Aunque no se conoce una causa definida, algunos factores como la exposición a ambientes contaminados y una predisposición genética podrían influir.
Síntomas y señales de alerta
Este tipo de cáncer raramente muestra síntomas claros en sus etapas iniciales y suele diagnosticarse cuando ya está muy avanzado. Entre los signos a observar se incluyen cansancio excesivo, fiebre, pérdida del apetito, sudoraciones, inflamación indolora de los ganglios linfáticos, y en casos como el de Landon, dolor óseo intenso que no mejora con tratamientos convencionales.
El camino hacia la recuperación
Después de seis intensas rondas de quimioterapia, Landon, ahora de 12 años, superó el cáncer pero sigue bajo estricta vigilancia médica. Sus padres, aliviados pero aún cautelosos, comparten su historia esperando concienciar sobre la importancia de interpretar correctamente los síntomas y buscar segundas opiniones cuando los tratamientos habituales no resuelven los problemas de salud.
Landon ha retomado su vida normal y el fútbol, mostrando una admirable resiliencia y fuerza, sin presentar molestias que limiten su actividad.
SUSANA CARRASCO
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.