El impacto de la alimentación en la salud cerebral va más allá de lo que se suele imaginar. Los alimentos que consumimos no solo influyen en nuestra energía y peso, sino que también pueden afectar nuestra memoria y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como la demencia.
Conforme a los criterios de
En la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en 2024, los expertos señalaron que un tipo de alimento en particular puede ser especialmente perjudicial para la salud cognitiva: la carne roja procesada.
La carne roja procesada, como las salchichas, hamburguesas y embutidos, ha sido relacionada con un incremento considerable en el riesgo de deterioro cognitivo. Los estudios presentados en la conferencia indicaron que consumir solo dos porciones semanales de estos productos puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de memoria en un 14%.
Además, por cada porción adicional, el envejecimiento cerebral se acelera en el equivalente a 1,6 años, lo que afecta la capacidad de recordar, procesar información y realizar tareas cognitivas complejas.
El principal problema de la carne roja procesada radica en los compuestos nocivos que contiene. Según la investigadora Li, los conservantes como los nitritos y el alto contenido de sodio presentes en estos productos no solo elevan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer, sino que también afectan de manera negativa al cerebro.
Estos ingredientes contribuyen a la inflamación y al estrés oxidativo, dos factores clave en el deterioro de las funciones cognitivas.
¿Qué puede hacer para proteger su salud cognitiva?
Para proteger la salud cognitiva, es posible reducir el riesgo de pérdida de memoria a través de una alimentación adecuada. Los expertos recomiendan optar por alternativas más saludables en lugar de la carne roja procesada.
Incorporar frutos secos, como nueces y almendras, en la dieta diaria puede beneficiar al cerebro, gracias a su contenido de antioxidantes y grasas saludables. Además, incluir legumbres como lentejas, porotos y arvejas proporciona proteínas sin los efectos negativos asociados a la carne procesada.
Los antioxidantes y las grasas saludables desempeñan un papel fundamental en la protección del cerebro. Los antioxidantes combaten el daño causado por los radicales libres, responsables de la degeneración celular.
Alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, ayudan a preservar la memoria y a reducir la inflamación cerebral. Por su parte, las grasas saludables, presentes en alimentos como la palta, el aceite de oliva y los pescados grasos, son esenciales para mantener la salud de las neuronas y mejorar la capacidad cognitiva a largo plazo.
Aunque el consumo frecuente de carne roja procesada puede tener efectos negativos en la memoria, los expertos señalan que realizar cambios en la dieta puede desacelerar el deterioro cognitivo.
Incorporar una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y grasas saludables no solo previene la pérdida de memoria, sino que también puede mejorar las funciones cerebrales con el tiempo. Ante cualquier duda o antes de realizar cambios en la dieta, se recomienda consultar con un profesional de la salud.
Laura Guevara.
El Universal México.
Más noticias
*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de El Universal México (GDA). Contó con la revisión del periodista y un editor.