Si está buscando perder peso rápidamente, es más que importante prestar atención a su alimentación. No todos los productos aportan el mismo valor nutricional, y algunos pueden sabotear sus esfuerzos para alcanzar su objetivo.
Adrienne Seitz, experta en nutrición, coincide en que ciertos alimentos deben evitarse o reducirse drásticamente si desea ver resultados en poco tiempo. En el medio de salud Medical News Today, destacó que los alimentos industrializados provocan consecuencias negativas en el organismo.
Bebidas azucaradas como primer ingrediente a evitar
Las bebidas azucaradas, como los refrescos, jugos procesados y bebidas energéticas, son una de las principales fuentes de calorías vacías.
De acuerdo a la profesional, aportan una gran cantidad de azúcares refinados sin brindar saciedad, lo que puede llevar a un aumento en la ingesta calórica total sin que usted se percate.
Un estudio publicado por las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025 recomienda limitar el consumo de azúcares agregados a no más del 10% de la ingesta diaria total. Sin embargo, la mayoría de las personas supera esta cantidad debido al consumo excesivo de bebidas endulzadas.
Cómo evitar el impulso de comer azucares Foto:iStock
- Productos horneados ultraprocesados
En tanto, los productos de panadería industrial, como galletas, pasteles y donas, contienen altos niveles de azúcares refinados y grasas trans, que pueden aumentar el riesgo de obesidad. Además, la fructosa presente en estos productos puede interferir con la sensación de saciedad.
Un estudio de 2021 reveló que el consumo elevado de fructosa está asociado con una mayor ingesta calórica y aumento de peso. Además, las grasas trans presentes en estos productos fueron vinculadas a problemas cardiovasculares, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
- Alimentos fritos y comida rápida
Por último, los alimentos fritos, como papas fritas, nuggets y aperitivos de comida rápida, están cargados de calorías, grasas saturadas y sodio. Su consumo regular también puede afectar la salud metabólica y cardiovascular.
El proceso de fritura aumenta la densidad calórica de los alimentos sin aportar fibra ni proteínas, lo que significa que puede comer grandes cantidades sin sentirse saciado. Un estudio publicado en la revista Nutrients encontró que una dieta alta en frituras se asocia con un mayor riesgo de obesidad y enfermedades del corazón.