Que los magnates y multimillonarios en el mundo tengan preferencias políticas y apoyen a ciertos candidatos no es nada nuevo. Sin embargo, rara vez se había visto un esfuerzo tan abierto y directo como el que está ofreciendo Elon Musk a la candidatura de Donald Trump en Estados Unidos.
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Musk, el hombre más rico del planeta y dueño, entre otras empresas, de X (antes Twitter), Tesla y de la firma aeroespacial Space X viene usando todo su músculo económico y enorme influencia en redes sociales para tratar de garantizarle un segundo periodo en la Casa Blanca al republicano a partir de enero del año entrante.
A la fecha, de acuerdo con las agencias que monitorean el aporte a las campañas, Musk ha invertido más de 75 millones de dólares en American PAC, un comité de acción política que respalda la candidatura de Trump.
Además, Musk anunció hace una semana que repartirá un millón de dólares diarios entre todas las personas que se registren para votar y apoyen una petición sobre libertad de expresión y defensa al porte de armas que está alineada con la campaña del expresidente.
La propuesta, dirigida en particular a votantes de Pensilvania -uno de los estados que pueden definir las próximas elecciones- generó gran polémica, pues muchos la equiparan con compra de votos algo que, por supuesto, está prohibido. De hecho, el Departamento de Justicia le advirtió a Musk que su sorteo podría ser ilegal.
“Creo que hay preguntas legítimas sobre cómo se está gastando el dinero en esta carrera, cómo fluye el dinero oscuro, no sólo hacia Pensilvania, sino, aparentemente, hacia los bolsillos de los mismos habitantes de Pensilvania. Eso es profundamente preocupante y debe ser investigado”, dijo el gobernador del estado Josh Shapiro, del partido demócrata, al comentar sobre la nueva iniciática de Musk.
La campaña de desinformación que lidera Elon Musk
Pero, no es solo eso. De un tiempo para acá es común verlo acompañando al republicano en mitines electorales y usando su voz para propagar desinformación sobre la transparencia de los comicios, los inmigrantes en el país y muchos otros temas.
De hecho, sus ataques contra la vicepresidenta Kamala Harris -rival de Trump- se han vuelto más feroces.
“Mi predicción es que, si Kamala gana, los demócratas van a importar y legitimar a una cantidad suficiente de migrantes para garantizar un gobierno unipartidista permanente que sea cada más socialista, confiscatorio y represivo”, dijo recientemente Musk haciendo eco a una teoría de la extrema derecha, según la cual los demócratas quieren reemplazar a los ciudadanos de raza blanca por gente de color para que vote por ellos.
Eso es profundamente preocupante y debe ser investigado
Antes de eso, dijo a través de su cuenta en X, que los demócratas estaban importando a ilegales para hacerlos votar en estas elecciones, algo que está prohibido y de lo que no hay registro alguno.
Sus ataques contra los inmigrantes y la teoría sobre el “gran reemplazo” es curiosa, pues Musk mismo es un inmigrante, nació en Sudáfrica, y recientemente su hermano confesó que se mantuvo de manera ilegal en Estados Unidos durante un tiempo.
La estrategia de cuestionar las elecciones en las que Biden le ganó a Trump
Donde más activo ha estado el multimillonario es ventilando dudas sobre la transparencia de las elecciones del 2020 en las que Trump perdió contra Joe Biden.
En su cuenta de X, Musk menciona con frecuencia supuestas manipulaciones a máquinas de votación, vulnerabilidades del voto por correo, y el registro de votos de ilegales, personas muertas o individuos que no viven en los estados. Todas, teorías de conspiración que no han sido probadas y algunas de las cuales, incluso, ya han sido desechadas por las cortes.
Ejemplo de esto último fueron las acusaciones infundadas contra Dominion, una empresa de máquinas de votación a la que Trump señaló de efectuar una supuesta alteración de los sufragios en los comicios anteriores y a la que la cadena Fox tuvo que pagar 750 millones de dólares por propagar esa difamación.
Y, hace pocos días, Musk casó una nueva pelea con las autoridades de Míchigan -otro estado decisorio- al resaltar que había más votantes registrados para sufragar que ciudadanos.
La secretaria de Estado de Míchigan, Joceyln Benson, le respondió con una fuerte corrección: “Hay 7,2 millones de votantes registrados y 7,9 millones de ciudadanos en edad de votar en nuestro estado (lo cual es diferente). @elonmusk está difundiendo desinformación peligrosa", le dijo la secretaria a través de la red social X.
¿Qué estrategia usaría Elon Musk si Donald Trump pierde?
De acuerdo con Mekela Panditharatne, asesora principal del Programa de Gobierno y Elecciones del Centro Brennan para la Justicia, la estrategia de Musk es muy similar a la del expresidente.
"Creo que esto está galvanizando temores y preocupaciones sobre el proceso electoral, y preparando al público para la posibilidad de impugnaciones infundadas de los resultados electorales", dice la analista.
Algo con lo que coincide David Becker, director ejecutivo del Centro de Innovación e Investigación Electoral.
"La noche de las elecciones, si Trump cree que está perdiendo, es probable que difunda cantidades masivas de desinformación sobre la existencia de un fraude. Y creo que podemos decir con casi certeza que Musk tomará esos comentarios y los difundirá entre los cientos de millones de seguidores que tienen”, afirma Becker.
Tanto a Panditharatne como a Becker les preocupa que Musk utilice la red social como una plataforma para favorecer a Trump y amplificar la retórica del fraude.
La noche de las elecciones, si Trump cree que está perdiendo, es probable que difunda cantidades masivas de desinformación sobre la existencia de un fraude. Y creo que podemos decir con casi certeza que Musk tomará esos comentarios y los difundirá entre los cientos de millones de seguidores que tienen
De acuerdo con una investigación de CBS, respaldada por el Centro Internacional de Periodistas contra la Desinformación, al menos el 55 por ciento de los trinos de Musk relacionados con las elecciones contienen información engañosa o falsa.
Todo esto en medio de un cambio de la misma visión política que vendía Musk, quien hasta hace muy poco se alineaba con el partido demócrata. De hecho, votó por Biden en las elecciones del 2020 y siempre fue muy crítico de Trump.
Pero, en las elecciones legislativas del 2022 anunció que había votado por los republicanos en Texas e inició un giro hacia posiciones de derecha.
Su transformación total sucedió en julio de este año, justo después del atentado contra el expresidente republicano en Pensilvania, cuando indicó que lo respaldaría en las elecciones. "Nunca antes había estado materialmente activo en política, pero esta vez creo que la civilización tal como la conocemos está en juego. Si queremos preservar la libertad y la meritocracia en Estados Unidos, entonces Trump debe ganar¨, dijo Musk entonces.
¿Por qué Elon Musk tiene preferencia por Trump?
Y aunque es claro que su reciente sintonía con Trump se alinea con sus ideas y preferencias frente a toda una gama de temas, el favoritismo, según algunos, también tendría razones comerciales.
Musk, por la naturaleza de sus negocios, tiene múltiples empréstitos con el gobierno federal. En particular, Space X, uno de los principales clientes del Departamento de Defensa y la Nasa.
Además, sus otras empresas -X y Tesla- se ven directamente afectadas o beneficiadas por las decisiones del Gobierno y las acciones de las agencias reguladoras que lo supervisan, las cuales están en capacidad de imponer restricciones que afectan su capacidad de expansión.
En ese sentido, Trump -que favorece la desregulación y menos intervención estatal- le ha ofrecido a Musk ser el nuevo jefe de una comisión de eficiencia gubernamental que tendría el poder para recomendar recortes en el gasto y la regulación que realiza el gobierno federal.
En otras palabras, si Trump gana las elecciones, Musk sería el supervisor de las agencias que hoy lo supervisan a él.
Un juego que, por supuesto, no tendría lugar en una administración Harris, con la que el multimillonario se ha peleado hasta la yugular.
Sean cual sean sus motivaciones, lo único claro a estas alturas es que si Trump gana las elecciones tendrá una enorme deuda de gratitud con Musk. De paso, e independientemente del resultado, esto parece ser el inicio de una nueva era en la política estadounidense donde los multimillonarios del país apuestan, abiertamente y duro, por el candidato de su preferencia debido a serios intereses personales en juego.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington