Con la confirmación de la ubicación de la avioneta HK-2522 que cubría la ruta Juradó - Medellín con diez personas a bordo que fue encontrada siniestrada en zona rural de Urrao, a la memoria regresan los accidentes aéreos que se han presentado en esta zona del departamento de Antioquia.
Un vuelo que venía de Panamá
Esta es una de las tragedias aéreas de mayor magnitud en el país. Un Boeing 727 de la compañía colombiana SAM se estrelló el 19 mayo 1993 cerca del aeropuerto Olaya Herrera con 132 ocupantes, de los cuales ninguno sobrevivió.
El avión realizaba la ruta Ciudad de Panamá – Medellín cuando golpeó una montaña en el páramo de Frontino, jurisdicción de Urrao.
EL TIEMPO reportó en su momento, que según el informe de los investigadores, en el momento del accidente había mal tiempo en la zona, lo que hizo que se cayeran las agujas de los ADF (aparatos que indican en la cabina cuál es la posición del avión) como si la aeronave ya hubiera llegado a Abejorral en lo cual pudo influir la baja calidad de las radioayudas de tierra y de vuelo.
“La caída de las agujas desorientó especialmente al comandante en la cabina quien cometió errores en los procedimientos de navegación, no condujo en forma eficiente la tripulación y entregó el manejo de los controles al copiloto para conducir el vuelo en las condiciones adversas en que este se desarrollaba, debiendo haber asumido el control de la aeronave ante la situación crítica existente”, dice el reporte.
Así mismo, concluye que faltó reacción a los tripulantes para ascender en forma inmediata una vez se dieron cuenta de que podían estar fuera de la ruta.
SOCORRISTAS EN URRAO. Foto:ARCHIVO PARTICULAR
Las primeras informaciones entregadas por los organismos de socorro que sobrevolaron y alcanzaron a llegar hasta el lugar, indicaron que el avión chocó de frente contra el cerro, a unos 3.567 metros de altura. Es decir, al piloto sólo le faltaba poco más de 100 metros para superar la altura del cerro, quedar sobre el valle del río Cauca y dirigirse hacia Rionegro.
El impacto de la aeronave, al parecer, produjo un incendio, pues eran visibles varias señales de quemado sobre la montaña.
Se estimó que el avión se accidentó entre las 3 y las 3:15 de la tarde, minutos después de que el piloto Mauricio Vacca se comunicó con la torre de control del aeropuerto José María Córdova, cuando volaba a 4.878 metros de altura, supuestamente en el sitio Abejorral. A esa hora, había fuerte lluvia en la zona y bastante neblina.
El avión Boeing 727 HK2422 fue declarado desaparecido, con sus 125 pasajeros y siete tripulantes, desde las 3:55 de la tarde.
La búsqueda incluyó cuatro zonas del departamento: Urrao, Betulia, Frontino y el piedemonte de la cordillera Murillo; Ciudad Bolívar y Urrao; Abejorral y Sonsón y Peque e Ituango.
Luego de ser avistado el sitio del desastre, se pudo observar restos del avión esparcidos en por lo menos cuatro kilómetros a la redonda. Fue tan violento el impacto, que el gigantesco aparato quedó fragmentado en mil pedazos.
Regresaba de un recorrido por el Urabá antioqueño
El 3 de enero de 2008, una aeronave HK-2788, operada por Heligolfo S.A, que había despegado del aeropuerto Enrique Olaya Herrada con rumbo a Vigía del Fuero y Murindó, cuando regresaba a Medellín, con cinco pasajeros a bordo, desapareció de los radares.
Aeronave HK-2788 se accidente en el cerro El Burro, Urrao, en enero de 2008. Foto:Informe Accidente de Aviación/Aerocivil
El 8 de enero, a las 8:30 de la mañana, luego de labores de búsqueda fueron avistados los restos de la aeronave en inmediaciones del cerro El Burro, en Urrao. Cinco días después ingresó personal de rescate para realizar la evacuación de los cuerpos sin vida.
“La aeronave sufrió destrucción total por impacto frontal contra el terreno. Su fuselaje quedó totalmente destruido”, dice el informe de la Aerocivil.
Para ubicar la aeronave siniestrada participaron 90 personas y siete aeronaves que realizaron 80 horas de vuelo.