‘Primero cae un mentiroso que un cojo’, esta popular frase es muy común cuándo se descubre que alguien está mintiendo. Son muchos los psicólogos que se han dedicado a investigar los comportamientos y características que tienen en común quienes mienten.
Conforme a los criterios de
Janine Driver, una reconocida autora, que debido a sus investigaciones ha sido catalogada como experta en detección de mentiras y autora del libro ‘You Can’t Lie to Me’, asegura que hay palabras que los enemigos de la verdad utilizan constantemente, generando una característica para descubrir cuándo mienten.
El lenguaje es una de las herramientas de comunicación más poderosas del mundo, la forma en que se usa puede revelar rasgos importantes de la personalidad, intenciones y en muchas ocasiones cuándo una persona está mintiendo.
La escritora Janine Driver asegura que el análisis de los patrones lingüísticos puede ofrecer ‘pistas’ que podrían demostrar cuándo alguien está mintiendo, diciendo la verdad o intentando ocultar algo.
Vale la pena tener en cuenta que el uso de las palabras no podría garantizar cuándo alguien está mintiendo, la frecuencia en que se usan representaría un motivo de alerta.
Asimismo, con el avance de la tecnología, se han descrito nuevas técnicas de análisis que serían de gran utilidad para detectar patrones de comportamiento humano.
Según lo descrito por la inteligencia artificial, las personas que tienden a mentir suelen usar ciertos patrones de lenguaje o expresiones específicas para manipular la percepción de sus interlocutores.
Es importante tener en cuenta que aunque no haya palabras mágicas que indiquen o puedan determinar cuándo una persona miente, diferentes investigaciones psicológicas sugieren que las personas que mienten utilizan ciertos términos o formas de hablar son más comunes entre quienes están distorsionando la verdad.
Se le preguntó a la inteligencia artificial, cuáles eran estos tipos de comportamientos y sugirió lo siguiente:
- Exceso de detalles innecesarios: “Las personas que mienten a menudo agregan detalles que no tienen relevancia. Esto se hace para hacer que su historia parezca más creíble y distraer de la mentira principal”
- Falta de pronombres personales: “Para evitar la responsabilidad directa, quienes mienten pueden evitar el uso de ‘yo’ o ‘nosotros’, prefiriendo frases impersonales o pasivas (‘Se hizo esto…’ en vez de ‘Yo hice esto…’)”.
- Negación excesiva y ‘la verdad’: “Frases como ‘te lo juro’, ‘en serio’, ‘créeme’, ‘honestamente’ o ‘la verdad es que’ se usan para reforzar lo que dicen, pero pueden ser una señal de inseguridad sobre la credibilidad de su afirmación”.
- Respuestas indirectas o evasivas: “En lugar de responder de forma directa, pueden desviarse o cambiar de tema. Esto les permite evitar aspectos que podrían revelar inconsistencias”.
- Uso de palabras ambiguas: “Palabras como ‘quizás’, ‘probablemente’, ‘supongo’ o ‘creo’ pueden hacer que su historia suene menos firme. Esto les da espacio para ajustar su versión si se sienten atrapados”.
- Repetición de preguntas: “Al repetir la pregunta en vez de responder directamente (‘¿Yo? ¿Que si fui a la fiesta?’), pueden ganar tiempo para elaborar una respuesta”.
- Tiempos verbales inconsistentes: “Las personas que mienten pueden cambiar de tiempo verbal, lo que puede indicar que están tratando de inventar o recordar detalles sobre la marcha”.
- Demasiadas pausas o vacilaciones: “El uso frecuente de ‘um’, ‘ah’, ‘bueno…’, puede ser una señal de que están tratando de construir la mentira en el momento, en lugar de recordar algo de manera natural”.
- Evitar palabras específicas: “En ocasiones, pueden evitar términos precisos para reducir la posibilidad de ser descubiertos si su historia no coincide con la realidad (‘Estaba en algún lugar por allí’ en lugar de ‘Estaba en casa de Juan’)”.
ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO