El embajador de China en Colombia, Zhu Jingyang, habló con EL TIEMPO tras reuniones en la Zona Azul de la COP16 de biodiversidad. El país asiático es una potencia en esta cumbre por haber liderado la conversación y las discusiones, con Canadá, hace dos años, para establecer el marco con las metas hasta 2030 que ayuden a mitigar la pérdida de la diversidad biológica y porque ha liderado procesos para restaurar ecosistemas estratégicos.
Conforme a los criterios de
A propósito, Zhu aseguró que la consecución de los objetivos “no se trata de un juego de palabras”, sino de una “coordinación de compromisos y de poner recursos”. Y enfatizó: “Los (países) ricos pueden aportar más, y los pobres, lo que dispongan”.
En mayo pasado se lanzó el Fondo de Biodiversidad de Kunming, destinado a apoyar la conservación de la biodiversidad en países en desarrollo. China se comprometió a aportar más de 200 millones de dólares para apoyar iniciativas provenientes de países en vías de desarrollo. En palabras del embajador Zhu: “Esperamos que sea un fondo que pueda crecer constantemente con la contribución de todos los países amigos”.
Sobre la cumbre de Cali, China felicitó al país por la organización y por presentar su plan de acción de biodiversidad. “China fue el primer país en vías de desarrollo en dar a conocer su plan nacional y el séptimo a nivel internacional. Destacamos que Colombia, en vísperas de la COP16, lo haya hecho. Hemos dejado una sensación de compromisos serios y acciones específicas en todo el mundo. Una de las líneas de acción para proteger la biodiversidad es la que señala el presidente Gustavo Petro relacionada con la transición energética, de la que tenemos experiencia. Esta es una de las áreas prioritarias en la iniciativa de la Franja y la Ruta”.
Y enfatizó: “China está comprometida con el sur global. Los 196 países del Convenio son una viva demostración del compromiso creciente de la comunidad internacional en esta causa por la protección de la biodiversidad”.
Esta es la entrevista completa de EL TIEMPO con el embajador de China en Colombia, Zhu Jingyang:
¿Cómo ha sido su participación en esta Cumbre de Biodiversidad?
Es un placer participar en un evento de tal envergadura como la COP16, pues venimos llevando con una responsabilidad como país presidente de la COP15 durante seis años, dos en preparación y cuatro años en medio de la pandemia por la covid-19. Ha sido mucho trabajo de coordinación y esfuerzos para consensuar posiciones, que dejaron como resultado el Marco Kunming-Montreal que establece metas ambiciosas a mediano y largo plazo. Son 23 metas en específico para 2030, con el fin de proteger hasta el 30% de la superficie terrestre y de los océanos, y de recaudar fondos para apoyar los proyectos con un aporte de 200.000 millones de dólares al año. Se trata de un marco con compromisos muy específicos.
¿Cómo va la discusión sobre la financiación en esta Cumbre de Biodiversidad y cómo China puede liderar el pulso para lograr esa meta?
Por supuesto, no se trata de un juego de palabras sino de una coordinación de compromisos y de poner recursos; los ricos, por supuesto, aportando más recursos, pero los pobres también de lo que dispongan. En ese sentido, a raíz del establecimiento del Marco Kunming-Montreal, China había dado a conocer la estrategia y su plan nacional, y es el primer país en vías de desarrollo en hacerlo y el séptimo a nivel internacional. También hemos visto que Colombia, en vísperas de la COP16, ha dado a conocer su plan de acción nacional, con estos ejemplos hechos por China y Colombia dejamos a una sensación de compromisos serios y acciones específicas en todo el mundo. Yo creo que la amplia representación de los 196 países dignatarios del Convenio es una viva demostración del compromiso creciente de la comunidad internacional en esta causa por la protección de la biodiversidad que, nos afecta a nosotros pero, afectará aún más a las futuras generaciones.
¿Cómo se puede articular China con el Sur Global para mitigar los impactos negativos en biodiversidad?
China es un miembro comprometido con el Sur Global, pues tenemos mecanismos tradicionales como el Grupo 77+ China y hemos anunciado una serie de medidas de apoyo a los países en vías de desarrollo. En este caso específico, me gustaría referirme al Fondo Kunming de la Biodiversidad que se estableció en 2021 y al que China donó un fondo inicial de 200 millones de dólares para apoyar iniciativas provenientes de países en vías en desarrollo en la causa de la protección de la biodiversidad. Esperamos que sea un fondo que pueda crecer constantemente con la contribución de todos los países amigos. Por supuesto, también llamamos a los países ricos a cumplir fielmente sus compromisos de contribución financiera y transferencia tecnológica.
¿Hay planes específicos de China con Colombia para mitigar estos impactos en los ecosistemas?
Una de las líneas de acción para proteger la biodiversidad es la que señala el presidente Gustavo Petro de transición energética. Como es del conocimiento de muchos, China hoy por hoy es un gran líder tecnológico y productor líder de los equipos de tecnología fotovoltaicos y de energía eólica, tanto en la tierra como en el mar. China también es un líder mundial en la promoción de la automoción eléctrica, en la que hablamos de buses y vehículos eléctricos para el uso común. La buena noticia es que tenemos una presencia creciente de marcas de vehículos eléctricos chinos en el mercado colombiano. Yo veo que los colombianos han mostrado un interés por estos productos y mi deseo es que más allá del interés de compradores colombianos, haya políticas públicas del gobierno colombiano para apoyar estas iniciativas privadas.
¿China tiene pensado apoyar económicamente al gobierno colombiano en el marco de la COP16 o a largo plazo?
Efectivamente, porque la transición energética es una de las áreas prioritarias en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta. Saludamos la reciente afirmación del canciller Murillo y del viceministro Jorge Rojas, en el sentido de que Colombia está dispuesta a entrar en esta iniciativa de transición energética, construcción de infraestructuras claves, proceso de reindustrialización y ampliación del comercio como parte de las diversas formas para superar la pobreza. Hay tantas cosas que ambos países pueden hacer en la Franja y la Ruta, por lo que esperamos que la decisión se concrete lo antes posible.
A propósito de la Franja y la Ruta, ¿Se ha podido reunirse con otros países que ya se han adherido a esta iniciativa?¿Cómo van esas relaciones en el marco de la COP16?
Yo creo que más que China, ha sido Colombia que ha podido aprovechar este escenario para despejar escepticismo o miedos infundados al hablar con sus vecinos ya que, de los 33 países de América Latina y Caribe, 22 se han adherido a la Franja y la Ruta. Ante esto, yo no veo ningún caso en el que la entrada a la Franja y la Ruta signifique algún tipo de perjuicio en sus respectivas relaciones con Estados Unidos. Así pues, la relación China-Colombia y la relación Colombia-Estados Unidos son completamente compatibles y complementarias. La cooperación bilateral y la multilateral en el marco de la Franja y la Ruta también son compatibles y complementarias, así que con el apoyo de los medios de comunicación, tratamos de dar a conocer a la sociedad colombiana lo que significa la adhesión a la Franja y la Ruta: 100 por ciento oportunidades y 0 por ciento riesgo, porque todo depende de la voluntad y la decisión propia de Colombia. En este marco, todos participamos en la discusión para tomar las decisiones. Todos los países ponemos nuestros recursos y capacidades para una cooperación de beneficio mutuo. Por supuesto, entre todos nos repartimos los beneficios de manera igualitaria, aquí no hay imposición de reglas, no hay imposición de voluntades, así que bienvenida a Colombia para adherirse a la Franja y la Ruta.
DAVID ALEJANDRO LÓPEZ BERMÚDEZ
Enviado especial EL TIEMPO en la COP16
En redes: @lopez03david