El liderazgo empresarial en Colombia ha evolucionado y la creciente importancia de las habilidades de poder, anteriormente conocidas como habilidades blandas han marcado una tendencia en el mercado laboral.
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De acuerdo con el Héctor Francisco Torres, Gerente General de Colombia para LHH, firma de soluciones de talento las más demandadas en el país y en la región marcan la diferencia en el liderazgo de las compañías.
Para la firma el liderazgo es fundamental para determinar el éxito y la sostenibilidad de las organizaciones.
"Un buen liderazgo no se define simplemente por la visión estratégica o los resultados
financieros, sino por el impacto y la influencia que un líder ejerce dentro y fuera de
la organización. Un líder empresarial destacado sabe que los logros organizacionales son el resultado de su capacidad para inspirar y motivar a su equipo a alcanzar metas colectivas", agregó Torres.
Para el directivo, los líderes empresariales colombianos son reconocidos en toda América Latina por su asertividad y capacidad adaptativa.
"Estas competencias los han llevado a ocupar posiciones relevantes en grandes empresas de la región, lo que subraya el prestigio del liderazgo colombiano. Su habilidad para navegar en contextos complejos y su enfoque resiliente los convierten en figuras clave en el entorno empresarial latinoamericano”, destacó.
Entre las habilidades que se resaltan está: la comunicación, el pensamiento crítico y el
relacionamiento interpersonal se han convertido en competencias críticas para el
liderazgo exitoso.
Además sobresalen el conocimiento y la experiencia que siguen siendo valiosos en el ámbito laboral, "que ahora deben complementarse con estas habilidades humanas”, afirmó el gerente.
Para Torres es importante tener en cuenta la evolución de habilidades que se requieren en el trabajo para liderar a las compañías y a las personas.
De hecho Harvard Business Review y Forbes han señalado la creciente importancia de las habilidades de poder, anteriormente conocidas como habilidades blandas.
"El desarrollo del talento y la adaptación a la incertidumbre son los principales
desafíos que enfrentan las organizaciones en materia de liderazgo. Las empresas
deben centrarse en fidelizar a sus talentos y en desarrollar las habilidades
necesarias para navegar con éxito en un entorno empresarial en constante
cambio", indicó Torres.
En el caso puntual del liderazgo empresarial en Colombia, LHH enfatiza en que este se ve prometedor, marcado por la resiliencia, flexibilidad y una visión positiva.
"A pesar de las adversidades, los líderes colombianos continúan respondiendo a las expectativas de todas las partes involucradas en el ciclo económico, lo que demuestra una ventaja competitiva que debe cultivarse de cara a los desafíos futuros",
La firma que además de la planeación, desarrollo de talento, se encarga de proyectos de Coaching, proyectos de reestructuración y transición de carrera busca que los líderes y las compañías hagan más que colaboración, sino equipos desarrollados con la cultura y la capacidad de adaptación.
"Este ranking, basado en resultados financieros, resalta la capacidad de liderazgo en diferentes países, confirmando que el talento no se limita a una sola nación, sino precisamente a los procesos y habilidades que desarrollan al interior de las compañías y con los equipos de trabajo que tienen a su cargo", puntualiza Torres.
La fusión de las estrategias requieren además el reconocimiento e incorporación de, al menos, 3 elementos en la cultura organizacional como lo son la gestión de la carrera de las personas centrada en la identificación y desarrollo de las habilidades necesarias para el futuro del negocio.
También la consolidación de entornos de seguridad psicológica donde las personas puedan aportar a los resultados con sus ideas y opiniones. Es importante la práctica constante de la comunicación abierta, transparente e integral.
"No basta con informar cuales son las metas que se quieren lograr, ni asignar responsabilidades sin contexto. Es necesario convocar a todas las personas en torno al propósito común de la organización, permitirles aprender, contribuir y desafiar el status quo sin temor a represalias y hacerlos responsables de su propio desarrollo para que aprecien la diferencia abismal que existe entre cuidar el puesto y cuidar la carrera", argumentó Torres.
Para el directivo con esos ingredientes es posible preparar la receta del involucramiento de las personas con la estrategia, fidelizar el talento y potenciar los resultados de las empresas.