La semilla que puede ayudar a tratar el hígado graso y mejorar la salud cardiovascular

hace 2 semanas 18

De acuerdo a ciertos estudios médicos, existe una semilla que al consumirla en forma de extracto puede ayudar a tratar el hígado graso y mejorar la salud cardiovascular. 

Se trata del extracto de semillas de uva. Tal como indica un informe de la Clínica Fehv, se constató que los pacientes tratados con esto experimentaron una reducción significativa en los niveles de transaminasas, un indicador de la función hepática, mientras que en el grupo placebo no se observaron cambios.

Además, en un 60 por ciento de los casos con hígado graso moderado o severo, el consumo del extracto provocó una disminución de la grasa hepática, llegando a clasificarse como hígado graso leve.

También se detectaron modificaciones en el perfil lipídico. Los pacientes que tomaron el extracto mostraron una reducción notable en los niveles de colesterol total, triglicéridos y colesterol LDL (conocido como colesterol malo), junto con un aumento del colesterol HDL (colesterol bueno). 

Asimismo, la clínica destacó que se observó una disminución en la presión arterial de quienes consumieron el extracto de semillas de uva, pasando de 108,4 a 95,6. El tratamiento fue bien tolerado y no se registraron efectos adversos.

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El extracto de semillas de uva puede ayudar a tratar el hígado graso. Foto:iStock

El alimento que puede afectar el hígado sin que lo note, según los especialistas

El consumo habitual de azúcar añadido puede afectar seriamente la salud del hígado sin que usted lo perciba. La doctora Kathleen Viveiros, hepatóloga del Hospital Brigham and Women's, advierte que un exceso de azúcares, en especial los presentes en refrescos, jugos procesados y alimentos ultraprocesados, favorece la acumulación anormal de grasa en el hígado.

Esta condición, conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), puede progresar hasta convertirse en cirrosis, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado. En declaraciones a Harvard Health, Viveiros señaló que el problema del azúcar añadido radica en que sus efectos no son inmediatos ni fácilmente perceptibles.

A diferencia del alcohol, cuyo impacto en el hígado es más conocido, el daño hepático por consumo excesivo de azúcar se desarrolla de manera gradual. Investigaciones recientes han demostrado que el jarabe de maíz de alta fructosa, ampliamente utilizado en refrescos y alimentos procesados, contribuye a la acumulación de grasa en el hígado, incluso en personas con un peso corporal normal.

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