La ciudad de Lubbock, Texas, está viendo cómo algunos de sus negocios más emblemáticos se ven obligados a cerrar debido a un proyecto de construcción de carreteras que alteraron la dinámica comercial en la zona. Galaxy Pawn, un negocio familiar que operó durante 30 años, es uno de los más recientes en anunciar su cierre, afectado por las dificultades generadas por las obras viales en la ciudad.
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Gail y Bill Roberts, quienes compraron Galaxy Pawn en 1995, explicaron al portal KCBD que habían invertido toda su vida en el negocio. Su sueño era trabajar juntos como pareja y, a lo largo de tres décadas, lograron forjar relaciones cercanas con su comunidad. Bill compartió con tristeza: “Es sorprendente la cantidad de niños que nos llaman nana y papa, que es como nos llaman nuestros nietos. Realmente parece que acabamos de llegar, pero llevamos aquí 30 años”, sostuvieron. Sin embargo, la construcción de la calle 19, que comenzó en junio de 2022, tuvo un impacto en su flujo de clientes, lo que llevó al cierre del negocio el 31 de diciembre de 2023.
Impacto del proyecto de construcción en este lugar de Texas
El proyecto de construcción, que tiene un costo de 25 millones de dólares, se está llevando a cabo en la calle 19, justo frente a Galaxy Pawn. La iniciativa busca mejorar la infraestructura de la zona, actualizando el sistema de drenaje, las aceras y las señales de tráfico. Sin embargo, los Roberts y otros empresarios de la zona fueron severamente afectados por las interrupciones que causaron las obras.
El flujo de clientes en Galaxy Pawn disminuyó desde que se iniciaron los trabajos. Bill Roberts indicó que el negocio pasó de contar con cinco empleados a tan solo uno a tiempo parcial. Con un golpe económico tan grande, los Roberts expresaron que no podían recuperar la estabilidad financiera que alguna vez tuvieron. Gail Roberts agregó: "Hemos invertido toda nuestra vida en esto. Lo haremos con lágrimas en los ojos".
En respuesta a estos casos, el senador estatal Charles Perry reconoció la gravedad de la situación y explicó que el proyecto no es simplemente una obra de construcción de carreteras, sino que también involucra mejoras en la infraestructura de alcantarillado, agua y otros servicios. El senador señaló que, si el proyecto no finaliza para el 1 de enero de 2025, el estado debería intervenir para ofrecer ayuda financiera a los empresarios que enfrentan dificultades.
Sin embargo, muchos propietarios de negocios, como los Roberts, ya sienten que es demasiado tarde para salvar sus empresas. La falta de comunicación clara y la prolongación de las obras dejaron a los empresarios en una situación económica insostenible. Aunque algunos esperan que se tomen medidas para ayudar a los comercios cercanos, la realidad es que las secuelas de este proyecto ya son evidentes.