Joshué Durán, subintendente de la Policía de Valledupar, llevaba unos días experimentando un leve dolor en su cadera cuando, como suelen hacer muchos colombianos, tomó la decisión de acercarse a una droguería para comprar un medicamento que aliviara su molestia. Pidió una botella de agua, se tomó la pequeña pastilla que le recomendó la persona que atendía la farmacia y salió a continuar con su jornada esperando que el dolor cediera rápidamente.
Pero unos minutos después empezó una pesadilla que lo tuvo siete días en una unidad de cuidados intensivos (UCI). El hombre, premiado como el mejor policía de Colombia en 2024, hizo alergia al medicamento y su cuerpo comenzó a inflamarse y a llenarse rápidamente de ampollas.
"Era un ardor que cada segundo se incrementaba más. Era como si me estuviera quemando. Todo mi cuerpo se puso de color rojo, con rasquiña por todos lados", le contó a EL TIEMPO.
En diálogo con este diario, contó cómo sobrevivió en una UCI y manda un mensaje sobre los riesgos de automedicarse.
Durán fue reconocido como el mejor policía de Colombia en 2024. Foto:Cortesía Joshué Durán
*Si quiere contar una historia o tiene alguna denuncia que hacer, puede escribir al correo natrui@eltiempo.com
Un medicamento me llevó a terminar en una UCI
Joshué Durán Castilla, de 40 años y originario de Río de Oro (Cesar), es subintendente en el área de turismo y lleva 20 años en la Policía. Conocido en redes sociales como Joshué Rescata, ganó el premio a mejor policía de Colombia en 2024 gracias a su trabajo ayudando a las personas en condición de calle.
Ha llegado a vender tamales, traperos o a realizar rifas para reunir dinero con el fin de darle una segunda oportunidad a quienes terminaron en las calles. También abrió las puertas de una casa hogar en Valledupar para quienes quieren continuar con su proceso de rehabilitación.
Sin embargo, su vida dio un giro el pasado 13 de marzo cuando, como lo hacía diariamente, recorría las calles de Valledupar en una moto de la Policía. Desde hacía dos días lo aquejaba un dolor de cadera al que intentó darle explicación con su trabajo, pues pensaba que el malestar lo había causado el esfuerzo físico que hacía a diario manejando su motocicleta de alto cilindraje.
La salud de Durán se vio afectada el pasado 13 de marzo. Foto:Cortesía Joshué Durán
"Se me hizo fácil acercarme a una droguería acá en Valledupar y decirle al que atiende que me recomendara algo para el dolor de cintura y él me vendió muy formalmente cuatro pastillas de un medicamento que se llama Piroxicam. Me la tomé y ya, seguí trabajando", le contó a este diario.
Se trata de un medicamento antiinflamatorio sin esteroides (Aine) que se utiliza normalmente para aliviar el dolor, la inflamación o la fiebre.
No obstante, media hora después su cuerpo empezó a experimentar un cambio brusco: sentía un ardor intenso en sus manos, sus pies y sus genitales, comenzó a ponerse rojo y le dio una comezón insoportable que se extendía rápidamente y que iba acompañada de ampollas de distintos tamaños.
La boca se me reventó, los labios se me partieron, las encías por dentro, la lengua, todo
"Dos horas después ya estaba bastante hinchado: la cara, los cachetes, los ojos se me estaban cerrando, tenía problemas para respirar. Me dio una fiebre impresionante. La boca se me reventó, los labios se me partieron, las encías por dentro, la lengua, todo (...). Al otro día, ya las ampollas cubrían toda la palma de mi mano y de los pies, y todo mi pene y mi ano”, narró.
Durán intentó detener los síntomas en casa: durmió media hora y luego tomó una ducha esperando que el cuerpo volviera a la normalidad, pero la sintomatología solo empeoraba. Fue entonces cuando entendió que no había más espera y que debía ir al médico con urgencia.
Así estaban las manos de Joshué tras unos días de la alergia al medicamento. Foto:Captura Facebook Joshué Rescata
Los médicos le diagnosticaron el síndrome de Stevens Johnson, una condición que —según la Clínica Médica Navarra— es causada "por una reacción grave a medicamentos o infecciones".
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos indica que la reacción a los medicamentos suele ser la causa del 80 por ciento de los casos, aunque se trata de un síndrome raro: anualmente se presentan entre 4,3 a 10 casos por millón de habitantes.
Según la Clínica Mayo, normalmente los síntomas de esta reacción cutánea grave incluyen:
- Fiebre.
- Fatiga.
- Ardor en los ojos.
- Dolor generalizado en la piel.
- Sarpullido rojo o morado que se expande.
- Ampollas en la piel y en las membranas mucosas de la boca, la nariz, los ojos y los genitales.
Durán le dijo a este diario que no recuerda con claridad si alguna vez en su vida había tomado este fármaco y fue enfático en que, si bien en su caso fue con este medicamento, otra persona podría sufrir la misma reacción alérgica aunque con otro tipo de medicinas.
"Muchas personas me han dicho: ‘Yo esa pastilla la tomo a diario porque soy deportista y nunca me ha hecho nada’, pero yo desgraciadamente salí alérgico a los Aines. No a todo el mundo le cae mal", enfatizó.
Así quedaron los pies de Joshué. Foto:Captura Facebook Joshué Rescata
Los agónicos días en el hospital y en la unidad de cuidados intensivos
Lo que vino después fueron varios días de agonía en el hospital. El hombre estuvo tres días internado en una clínica de Valledupar en la que, según denuncia, no recibió una atención apropiada para su diagnóstico.
"Nunca me calmaron el dolor, fueron tres noches sufriendo, gritando del ardor y del dolor que sentía por las llagas que presentaba. Nunca me calmaron el dolor. Lo único que me hicieron fue plasmaféresis. Me conectaban a una máquina y ponían a circular toda mi sangre por 3 horas para descontaminarla", dijo.
Entonces, su familia solicitó su traslado a una clínica de Barranquilla que contaba con una unidad especial para quemados y en donde creían que podrían brindarle una mejor atención para su condición. Tan pronto llegó, fue valorado por un equipo completo de médicos: medicina general, medicina plástica, dermatología y alergología.
Además de las múltiples ampollas a lo largo y ancho de su cuerpo, y que había que tratar con cuidado, a los médicos les preocupaba especialmente el hecho de que la alergia al medicamento había comprometido el intestino del uniformado, por lo que tenía múltiples heridas alrededor del ano que podían infectarse y llevarlo a un estado mucho más grave.
"Tomaron la decisión de hacerme colostomía porque, a la hora de ir al baño a hacer mis necesidades, podía contraer gangrena de Fournier, que es una de las infecciones más grandes y traumáticas que hay", contó.
La colostomía, explica la American Cancer Society, es un procedimiento que cambia la manera en la que el cuerpo elimina las heces fecales. Según la sociedad, "el ano deja de ser el punto de salida" de las heces, que pasan a expulsarse a través de una abertura artificial que normalmente se realiza en el abdomen.
Durán pasó siete días en una unidad de cuidados intensivos. Foto:Cortesía Joshué Durán
Un lento proceso de recuperación para Joshué Durán
Tras la cirugía, Joshué Durán estuvo cuatro días en la UCI y otros más en hospitalización, hasta que fue dado de alta y empezó un lento proceso de recuperación en el que ha pasado por altos y bajos. Cuenta que llora cada que recuerda lo que le ocurrió y que en múltiples ocasiones le ha preguntado a Dios por qué ha tenido que enfrentarse a esta situación.
"Pensé que moriría y mi familia, cada visita en UCI, sin demostrármelo, salía llorando y decía que me veían más grave. Me preguntaba muchas cosas y una de ellas era: ¿Por qué a mí me pasa esto? Solo Dios sabe", escribió en una publicación en Facebook en la que le compartió su historia a sus seguidores.
Recuerda con agradecimiento a algunas enfermeras que lo ayudaron durante su paso por el hospital y también se le vienen a la mente comentarios jocosos de los médicos sobre su proceso: "Los médicos ya profesionales le decían a los residentes que estudiara mucho mi caso porque era más probable que ellos en su carrera vieran un perro volando a que volvieran a ver un Stevens Johnson de esta magnitud. Es una enfermedad mortal que ha acabado muchísimas vidas por la automedicación", dijo.
Durán fue diagnosticado con el síndrome de Stevens Johnson. Foto:Cortesía Joshué Durán
Sobre su recuperación, Durán cuenta que tiene múltiples cicatrices que siguen siendo visibles en sus pies, manos e incluso en su boca. Al inicio, la situación era tan delicada que el ardor era intenso hasta con el mínimo roce de la ropa o la brisa. Aunque aún siente mucha comezón, dice que la cicatrización va avanzando a paso lento y que ahora es más fácil sobrellevar la situación.
El subintendente, además, tiene varias heridas abiertas en sus genitales que le impiden moverse con normalidad y que lo han llevado a frenar temporalmente sus labores como policía.
El hombre adelanta un lento proceso de recuperación. Foto:Cortesía Joshué Durán
"Estoy en tratamiento de psiquiatría, psicología, con valoraciones con medicina interna, con cirugía plástica, con cirugía general, con alergología, dermatólogo y toxicología. Tengo controles mensuales con cirugía general para ver cómo va mi recuperación intestinal", narró.
Sin embargo, le cuenta a este diario que lo más difícil para él ha sido vivir con la bolsa de colostomía —tendrá que tenerla por seis meses más hasta que otra cirugía revierta el proceso—, pues le ha causado incomodidades en su vida diaria y hasta lo ha afectado psicológicamente.
"Siempre le digo a mi esposa: ‘huelo a popó, huelo a popó’. Pero ella, con su amor de esposa, me dice que no. No sé si me mienta o es verdad, pero es algo traumático. He conocido personas que me han explicado muchas técnicas de higiene, me han dicho que no es fácil, pero tampoco es imposible", agregó.
Estoy en tratamiento de psiquiatría, psicología, con valoraciones con medicina interna, con cirugía plástica, con cirugía general
'Fue un error automedicarme': el mensaje del uniformado
Hoy en día, Durán reconoce que, aunque es una práctica muy común en Colombia —según la Universidad Nacional, hasta un 80 por ciento de los colombianos se automedican—, fue un error acudir a una farmacia para buscar un medicamento contra aquel dolor que lo aquejaba.
De ahí que envíe varias recomendaciones:
- "No automedicarse por más sencillo que sea la dolencia médica. Hay que acudir al médico".
- "También sería muy bueno la práctica de que cada ciudadano vaya al alergólogo a sacar tiempo para saber a qué son alérgicos".
- "Para las farmacias el mensaje también es claro, yo se lo dije al que me lo vendió: ‘Debes conocer los medicamentos’. Hay que ser prudentes a la hora de vender".
Mientras avanza su proceso de recuperación, Durán solo sueña con volver a su trabajo y, sobre todo, con seguir con la labor que lo llevó a ser reconocido como el mejor uniformado de Colombia en 2024: la de ayudar a personas en situación de calle para que poco a poco encuentren un futuro mejor.
ANGIE NATALY RUIZ HURTADO
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS
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