Tras la derrota en el Senado de la propuesta de la consulta popular, el gobierno Gustavo Petro dijo al unísono que se había hecho trampa y que el presidente del Senado, Efraín Cepeda, habría actuado de forma irregular.
“No se hundió la consulta popular. La hundieron con fraude, como en un 19 de abril de 1970. El senador Efraín Cepeda, sabedor de que ingresaban los votos que la hacían mayoría, cerró la votación”, dijo el mandatario, comparando la situación con lo ocurrido en el proceso que enfrentó a Misael Pastrana con Gustavo Rojas Pinilla. Situaciones que no tienen símil alguno.
El presidente Gustavo Petro hizo un llamado a las marchas. Foto:Néstor Gómez - El Tiempo / Presidencia
Ante los duros señalamientos hechos contra Cepeda, es necesario ver lo que dice el reglamento del Congreso, que está consignado en la ley quinta de 1992. En el artículo 43 se deja claro que el presidente de la corporación debe “presidir la respectiva corporación” y “abrir y cerrar las sesiones, una vez instaladas”. El senador Cepeda cumplió con esto.
Por otro lado, hay un capítulo que está enfocado únicamente en el proceso de votación. En su versión original, la ley es muy escueta frente a sus procesos de votación. Sin embargo, una reforma hecha en 2011, con la ley 1431, establece todas las condiciones actuales frente a estos procesos.
En el artículo 2 de dicha ley se establece todo el mecanismo para llevar a cabo las votaciones por los medios electrónicos, que son los que actualmente se usan en las plenarias del Senado y Cámara. El gobierno se queja de que la votación no duró más de cinco minutos, pero esto no va en contravía del reglamento.
Ambiente en el Senado tras votación de la consulta popular. Foto:Néstor Gómez - El Tiempo
“Cuando se utilicen medios electrónicos en las votaciones, será el presidente de la Corporación o Comisión quien determine los tiempos entre la iniciación de la votación y el anuncio de su resultado sin exceder los treinta (30) minutos por votación”, dice la ley. De esta forma, la cabeza del Senado tenía la potestad de dar el tiempo que considerara.
Por otro lado, el Ejecutivo dice que no hubo tiempo para que todos participaran, pero el cierre de la votación se dio cuando ya había 96 votos emitidos. Ante el cierre, sólo no se emitieron dos votos: los de la senadora Martha Peralta Epiyeyú (Pacto Histórico) y el de Didier Lobo (Cambio Radical). Un voto habría sido a favor y otro en contra. Es decir, el resultado no habría variado. El resto de votos que no se emitieron fueron por abstención o porque no se plegaban a las decisiones de bancada que les imponía un sentido de voto.
Otro de los reclamos del gobierno Petro ha sido el de los votos manuales que se emitieron, específicamente el del senador Edgar Díaz, de Cambio Radical. Sobre este tema, la ley únicamente dice: “En toda votación pública, podrá emplearse cualquier procedimiento electrónico que acredite el sentido del voto de cada congresista y el resultado de la votación; en caso de ausencia o falta de procedimientos electrónicos, se llamará a lista y cada Congresista anunciará de manera verbal su voto sí o no”.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, en la sesión en la que se archivó la consulta. Foto:Milton Diaz / El Tiempo
Si se ve la sesión, se cumplió con este elemento fijado en el reglamento del Congreso. Los que no pudieron acceder al sistema electrónico emitieron su decisión de manera verbal. Fueron dos votos manuales por el sí y dos votos manuales por el no. El único tema es que el secretario del Senado, Diego González, tuvo que verificar el sentido de la decisión del senador Díaz. Había votado no, pero el secretario asumió en un primer momento que había sido sí.
Ante el malentendido, el senador y su bancada aclararon que estaban en contra de la consulta. Vale recordar que Díaz es de Cambio Radical y había una orden de bancada para votar no. Era muy poco probable que este buscara apoyar la consulta popular. Sin embargo, fue este el argumento que esgrimió el Ejecutivo para hablar de fraude. Sin embargo, era deber del secretario de Senado, que hace las veces de notario de la plenaria, certificar las decisiones de forma correcta y aclararlas cuando hubiese dudas.
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Senado revivió la reforma laboral y hundió la consulta. Foto:
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Redacción política