Durante seis meses, la empleada de una compañía de transporte de Risaralda se habría hecho pasar por integrante de una organización delincuencial con el propósito de extorsionar a sus jefes y cobrarles altas sumas de dinero para evitar hurtos a los vehículos.
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De acuerdo con las investigaciones del Gaula de la Policía y la Fiscalía, la mujer de 28 años y quien se desempeñaba como directora operativa y de logística, enviaba mensajes extorsivos a través de WhatsApp, tanto al número telefónico de sus empleadores como al de ella misma, afirmando que pertenecía a un grupo ilegal.
La mujer contrató a un conductor de transporte informal para recoger una encomienda que contenía el pago producto de las extorsiones
En estos mensajes exigía 50 millones de pesos a cambio de no atentar contra el propietario de la empresa y evitar saqueos a los vehículos durante sus desplazamientos por el departamento.
“Con el objetivo de recibir los 50 millones de pesos exigidos, la mujer contrató a un conductor de transporte informal para recoger una encomienda que contenía el pago producto de las extorsiones, sin que el conductor lo supiera. Este hecho culminó en un operativo antiextorsión y la captura del conductor, el pasado 5 de julio”, informó la comandante de la Policía Metropolitana de Pereira, coronel Yurian Jeannette Romero.
Para continuar con las extorsiones e intimidación a sus jefes, la mujer habría incinerado en agosto pasado, la oficina de la empresa ubicada en el corregimiento de Cerritos, en Pereira, y por este hecho, los dueños de la empresa tuvieron que cerrar esta sede.
“La mujer afirmó en una entrevista que los presuntos responsables del ataque a la oficina de Cerritos habían intentado abusar sexualmente de ella y maltratarla, y que había logrado escapar”, agregó la coronel.
No obstante, la policía ya le seguía los pasos a la mujer, ya que el conductor de transporte que fue capturado dio su versión de los hechos y puso a la funcionaria en la mira de las autoridades. Con esta y otras pruebas más, se expidió una orden de captura que fue materializada en un centro comercial de Dosquebradas.
La mujer se enfrenta a los delitos de extorsión agravada tentada y falsa denuncia agravada. Pese a que no aceptó los delitos imputados, el juez del caso la envió a prisión.
Durante la captura se le incautó un teléfono móvil, el cual será sometido a análisis por expertos en informática para obtener nuevas evidencias relacionadas con el caso.
LAURA SEPÚLVEDA
Especial para EL TIEMPO
Eje Cafetero