Las calorías son la energía que utiliza el cuerpo y obtiene de los alimentos para impulsar todas sus acciones físicas, ya sean pequeños movimientos o correr una maratón, pero cuando estas no se gastan se acumulan dentro del cuerpo como grasa, de acuerdo con ‘MayoClinic’.
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Para evitar esto, generalmente se recomienda reducir la cantidad de calorías que se consumen, con lo cual el cuerpo recurre a utilizar las reservas. Así como también explican que se debe realizar la suficiente actividad física para quemarlas.
Esto no solo evita las enfermedades cardiacas, la diabetes, la presión arterial alta, el colesterol alto, las enfermedades hepáticas y la apnea del sueño, sino que también podría aumentar la longevidad, tal como lo demostró un reciente estudio.
¿Qué relación existe entre bajar calorías y la longevidad?
En un estudio realizado por la revista ‘Nature’ se analizó la genética de 960 ratones hembra, con el fin de analizar si las restricciones calóricas en su dieta tenían algún efecto en su salud y encontraron que ese tipo de dietas puede llegar a aumentar la esperanza de vida.
Para este experimento se dividieron en cinco grupos; el primero se sometió a una dieta normal, un consumo ilimitado de alimentos; el segundo redujo su ingesta calórica en un 20 por ciento; el tercero se sometió a una reducción del 40 por ciento; el cuarto tenía ayuno intermitente una vez a la semana y el quinto de dos veces por semana.
Al culminar, se les realizaron cerca de 200 exámenes médicos para observar los rasgos metabólicos, funcionales e inmunitarios de los mamíferos durante el resto de su vida. Estos revelaron que todos los animales que mantuvieron una dieta reducida incrementaron su esperanza de vida de manera proporcional a su dieta, según ‘DW’.
Pero esto no fue lo único con lo que se encontraron los investigadores, quienes se sorprendieron al notar que la disminución en el consumo de calorías también impactó de manera significativa en la tasa del envejecimiento.
Los ratones más ligeros y los más pesados mejoraron en la misma medida su esperanza de vida, mientras que los ratones del ayuno intermitente con un peso corporal elevado antes de la investigación no mostraron una mejoría en su longevidad.
“Los animales que fueron capaces de mantener sus grasas corporales y sus niveles de glucosa altos, vivieron más. Y mi suposición aquí es que estos animales tienen una resiliencia intrínseca”, explicó uno de los autores del estudio, Gary Churchill, a ‘El País’.
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