En su reciente obra 'Emotional Intelligence Habits' (2023), Travis Bradberry, reconocido experto en inteligencia emocional y coautor del libro 'Inteligencia emocional 2.0', presenta estrategias respaldadas por estudios para desarrollar hábitos que potencian la inteligencia emocional y, por ende, la felicidad diaria.
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Según el experto, una parte importante de la felicidad de las personas depende de los hábitos y actitudes, ya que se puede controlar gran parte de lo que impacta en el bienestar.
El autor destaca que la inteligencia emocional no solo fortalece las relaciones, sino que también ayuda a gestionar el estrés, superar adversidades y aumentar la confianza en uno mismo.
"Cuando descubres lo que realmente te funciona, mejoras tu rendimiento y tu bienestar", afirma Bradberry.
Hábitos que hacen las personas inteligentes para cuidar su felicidad
Las personas felices y emocionalmente inteligentes canalizan su energía hacia aquello que está bajo su control. No pierden tiempo preocupándose por circunstancias externas.
Gracias a su comprensión emocional, saben cuándo vale la pena involucrarse en un conflicto y cuándo es más beneficioso mantenerse al margen. Este discernimiento les ayuda a evitar tensiones innecesarias y a conservar su energía.
Un descanso adecuado es clave para la salud mental, la concentración y el autocontrol. Bradberry subraya que dormir bien es fundamental para rendir mejor durante el día y tener una mayor capacidad para manejar las emociones.
A las recomendaciones, se unem que las personas que practican la inteligencia emocional suelen mantenerse fieles a sus valores personales, lo que les permite evitar el arrepentimiento y la insatisfacción. Vivir acorde a lo que creen correcto refuerza su bienestar.
Por otro lado, solo diez minutos de actividad física pueden generar una mejora significativa en el estado de ánimo y el rendimiento. El ejercicio no solo contribuye al bienestar físico, sino también al emocional.
Bradberry enfatiza que un entorno ordenado impacta directamente en el bienestar mental y emocional. Vivir en un espacio organizado ayuda a reducir el estrés y a mantener una mentalidad clara.
A su vez, la generosidad es un hábito que no solo beneficia a quienes reciben ayuda, sino que también aumenta la felicidad de quienes la brindan.
Además, fluyen en sus fortalezas y productividad cuando logran entrar en el estado de "flujo", en el que se sienten completamente absorbidas por una tarea que disfrutan y dominan.
Mantener una actitud optimista es crucial. Creer que lo mejor está por venir no solo incrementa la felicidad diaria, sino que también puede tener un impacto positivo en la longevidad, según señala Bradberry.
Matías Torino
El Universal (México) /GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.