Los recursos que millones de colombianos que residen fuera del país les envían a sus familiares cada año van camino a marcar un nuevo récord en 2025, esto es, más de 10.000 millones de dólares. Esas divisas, que representan cerca del 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) de Colombia y crecen a un ritmo del 17,2 por ciento, corren el riesgo de verse disminuidas el próximo año por cuenta de la política migratoria que el electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha comprometido a aplicar, una vez se instale en la Casa Blanca.
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Un reciente análisis del centro de estudios económicos Anif, advierte que "el dinamismo reciente (de las remesas) es producto de la fuerte emigración observada durante 2022 y 2023, así como de la apreciación del peso colombiano durante 2023".
Pero la apreciación de la divisa estadounidense no se ha quedado quieta. Solo en lo que va corrido del presente año el precio del dólar se ha incrementado en 584,11 pesos, esto es, un 15,28 por ciento. La tasa representativa del mercado (TRM) o dólar oficial, se encuentra en 4.406,16 pesos, según lo certificado por las Superintendencia Financiera.
Por su parte, cifras de la balanza cambiaria suministradas por el Banco de la República indican que en los primeros 10 meses del año los colombianos residentes en países como Estados Unidos, España, Chile, México o Reino Unido, entre muchos otros, enviaron remesas por valor de 9.716 millones de dólares. Para ese mismo periodo del 2023 esis recursos fueron del orden de los 8.289 millones.
Sin embargo, ese panorama podría cambiar a partir del próximo año, según Anif, que considera que "la reelección de Donald Trump plantea retos significativos para Colombia y los demás países de Latinoamérica y el Caribe receptores de remesas. Entre los riesgos principales se encuentran: la deportación masiva, la cual podría reducir el número de migrantes trabajadores en Estados Unidos, limitando la capacidad de enviar dinero; y los impuestos a las remesas como parte de las políticas antiinmigrantes, lo que encarecería los envíos de estas", explica.
Los efectos de esa política anunciada por el próximo mandatario estadounidense cobra relevancia dada la característica y perfil de los receptores de las remesas, pues según el centro de estudios, "suelen ser familiares cercanos, entre ellos mujeres y trabajadores informales que se encuentran en condiciones vulnerables", quienes utilizan esos recursos, principalmente, "para cubrir gastos de manutención, especialmente en los primeros años de permanencia de los inmigrantes del exterior".
Los mismos, contribuyen a elevar el nivel de vida de las familias receptoras, evitando situaciones de pobreza y contribuyendo al sostenimiento de las economías locales, precisa el análisis.
Desafíos
Pero este no es un desafío que enfrenta solo Colombia, según Anif, también lo es para naciones como Ecuador, principal receptor de Sudamérica, donde representaron el 4,6 por ciento del PIB en 2023, seguido de México con 3,7 por ciento del PIB.
"La región de ALC enfrenta un panorama incierto", insiste Anif, pues considera que de materializarse las políticas propuestas por Trump, se estima que el crecimiento de las remesas podría desacelerarse, afectando de forma negativa el consumo en estas regiones.
A lo anterior habrá que sumarle que ese menor flujo de remesas hacia las familias sin duda afectará su calidad de vida, en particular la de las mujeres y trabajadores informales, quienes son los principales beneficiarios de dichos ingresos.
"Las remesas son un factor clave para complementar los ingresos de muchos hogares en Colombia y ALC, así como una importante fuente de ingreso de divisas. Sin embargo, el contexto político en Estados Unidos añade incertidumbre a su crecimiento futuro. Lo que ocurra en los próximos meses con las políticas migratorias en allí será fundamental para esto y, por ende, para la estabilidad financiera de múltiples familias en el país", puntualizó en su análisis el centro de estudios económicos.