La historia de casi 40 años de Repsol Oil & Gas Limited en Colombia llegó a su fin. La semana pasada la compañía anunció que venderá sus activos petroleros a la compañía GeoPark, lo cual marca su salida del país.
Repsol es la segunda petrolera española que anuncia su salida de Colombia en siete meses, pues a finales de abril se conoció que Cepsa también puso en venta sus activos de hidrocarburos.
Cepsa (Compañía Española de Petróleos) llegó a Colombia en el 2001, y luego de 23 años de presencia en el país, sus operaciones se centraban en el bloque Llanos-22 y los contratos de asociación Caracara (Meta), San Jacinto y Río Páez (Huila).
Llanos-22 es un bloque que está ubicado en el municipio de Aguazul, en el Casanare, y según datos de la ANH, en octubre registró una producción cercana a los 300 bpd. Los demás contratos reportaron una producción de 7.800 bpd aproximadamente.
Estos activos fueron adquiridos por Colombia Energy Development Co. (Cedco), filial de la petrolera SierraCol Energy, que en octubre de 2020 compró toda la cartera de activos en tierra de Occidental Petroleum (Oxy).
De acuerdo con Cepsa, la decisión de vender estos activos en Colombia radica que en que la compañía busca ser líder europeo en la producción de biocombustibles de segunda generación e hidrógeno verde, y en el despliegue de cargadores eléctricos ultrarrápidos.
En línea con ese propósito, la compañía también vendió su negocio de exploración y producción de hidrocarburos en Perú a la canadiense PetroTal, y hace un mes cambió su nombre a Moeve, pues quiere convertirse en uno de los referentes de la transición energética europea.
¿Por qué se fue Repsol de Colombia?
Según explicó Repsol, la decisión de salir de Colombia hace parte de su “estrategia de rotación de la cartera de activos de la compañía”, a lo cual se suma que la empresa tiene una fuerte apuesta por una “transición energética rentable y justa”.
Por ello, le venderá a GeoPark el 45 por ciento del bloque CPO-9, que está ubicado en el departamento del Meta y en el que Ecopetrol tiene una participación del 55 por ciento.
GeoPark también se quedará con el 25 por ciento que Repsol tiene en SierraCol Energy Arauca, una compañía que tiene entre sus activos el campo Caño Limón, un yacimiento de clase mundial que le devolvió a Colombia su condición de exportador de petróleo.
En conjunto, estos activos, por los que la empresa pagará 530 millones de dólares, produjeron aproximadamente 16.000 barriles de petróleo equivalente por día (bped) para Repsol al cierre de septiembre de 2024.
Además, están ubicados en la Cuenca Llanos, una de las regiones petroleras más productivas de Colombia y donde GeoPark ya tiene un historial exitoso de descubrimientos de petróleo, especialmente en el bloque Llanos-34, que es el más importante de la compañía.
¿Qué hay detrás de la salida de Repsol de Colombia?
Para Álvaro Josué Yáñez, socio director de CMS Rodríguez-Azuero (asesora de GeoPark en esta adquisición), es una “buena noticia” que estas operaciones se estén dando en el país, porque muestran un dinamismo del sector más allá de la decisión del gobierno del presidente Gustavo Petro de no firmar nuevos contratos de hidrocarburos.
“Los actores presentes en Colombia se están reacomodando y la decisión de GeoPark también es un voto de confianza en el futuro del país, pues quiere fortalecer su posición porque considera que es bueno seguir invirtiendo y cree que son unos activos con una buena proyección de generación de flujos futuro”, destacó.
La decisión de GeoPark también es un voto de confianza en el futuro del país, pues quiere fortalecer su posición
Repsol estima que la venta de estos activos reducirá su deuda en unos 500 millones de dólares como consecuencia de la caja obtenida y que producirá un efecto de -130 millones de dólares en la cuenta de pérdidas y ganancias del 2024. La operación se espera cerrar en el primer trimestre de 2025.
Repsol tenía una cartera de activos más grande en Colombia, pero hace un tiempo decidió devolvérselos a la Agencia nacional de Hidrocarburos (ANH). Es el caso de CPE-8, que tenía en asocio con Ecopetrol, y CAG-5, junto con Frontera Energy.
Según comentó Frontera Energy, el área del bloque CAG-5 presentaba restricciones sociales y de seguridad, y por eso se le solicitó a la ANH la terminación del contrato, la cual fue aprobada este año.