Hace diez años la comunidad de Galeras, Sucre, empezó un proceso para que sus cuadros vivos fueran reconocidos como una práctica cultural que merece admiración de todo el país y hoy, no solo ha ganado la fascinación de Colombia, sino de la humanidad entera, pues esta semana ingresaron a una selecta lista de 28 tradiciones a nivel internacional que fueron declaradas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Estas son representaciones a través de las cuales integrantes de una comunidad, ubicada a tres horas en carro de Montería, caracterizan personajes, adecuan escenografía y crean imágenes con diferentes objetos, como si se tratara de una pintura tridimensional.
Así sacan de la biblia algunos pasajes y los llevan a la vida real, pues los orígenes de esta práctica se remontan a mediados del siglo XVIII, cuando los españoles trajeron el catolicismo como un componente de adoctrinamiento.
Ante la barrera del idioma, les tocó recurrir a lo gráfico y así nacieron estos cuadros vivos que perduran hasta la actualidad en un pueblito de cerca de 326 km² y 24.000 habitantes.
Cuadros vivos de Galeras, Sucre, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad Foto:EFE
“En Europa crearon esto porque muy poca gente tenía acceso a los textos religiosos. Se pensaron cómo ilustrar pasajes religiosos a través de cuadros vivos, de esa manera la tradición llega a Galeras desde hace siglos”, explica Ciro Iriarte, gestor cultural del municipio, y agrega que “con el paso de los años, la comunidad se apropió de eso y al aburrirse un poco de la misma temática, se empezaron a hacer representaciones de otras temáticas como las costumbres del pueblo, los sueños de los galereanos, temas de conflicto y más, relacionados con su cultura”.
Han surgido, entonces, tres categorías específicas para agrupar los cuadros vivos. Una de ellas es la 'Tradicional', en la que se representa la cotidianidad, es decir, la vida del señor que llega, el agricultor de plátano con el burro, la señora que teje con sus hijas, el artesano y más.
Luego está la 'Contemporánea', en la que se habla de lo que pasa en la actualidad y afecta a la comunidad. Entre los asuntos que se tocan aquí están política, Covid, la primera línea, falsos positivos espiritualidad, comunidad y más. Por último está la rama de 'Religión', que es la que se ha puesto en práctica desde hace siglos.
El camino para obtener el reconocimiento de la Unesco no fue sencillo. De acuerdo con lo que comenta Andrés Forero, asesor del patrimonio cultural y material del Ministerio de las Culturas, inicialmente, el gobierno denominó estas prácticas Patrimonio de la Nación, tras establecer que hacen parte del colectivo y no son creaciones de un artista particular; que han pasado de una generación a otra y que han formado parte de la identidad de un pueblo, porque son los requisitos que deben cumplir para ganarse el título.
“Cuando nominamos esos elementos culturales como patrimonio, queremos que se vuelvan embajadoras de lo colombiano. Esto es importante, porque así se cuida la diversidad cultural del planeta, el rol que tiene en las comunidades, en su bienestar y en cómo forman parte de una identidad”, añade el funcionario Forero.
Este cuadro se llama: 'Silencio de una luciérnaga'. Foto:UNESCO y Secretaría de Cultura de Galeras
El proceso interno, en que primero el gobierno colombiano reconoció la importancia de los cuadros vivos de Galeras, fue posible por la legislación 1185 de 2008, que dicta, a grandes rasgos, que el patrimonio cultural del país está constituido por todos los bienes materiales, inmateriales, los productos y las representaciones que son expresión de lo colombiano.
Con ello, la tradición galereana entró en la lista representativa del patrimonio material y cultural a nivel nacional. “Esto se inició a principio del 2010, cuando la comunidad de Galeras -a través de líderes- llamó la atención al MinCultura y dijo que sus costumbres podían ser relevantes. Finalmente, en 2013 se les otorgó el título, luego de presentar el Plan Especial de Salvaguarda (PES), con el que se asegura que esto llegue a futuras generaciones”.
Pues, desde la década de los 70, se empezaron estrategias para no perder esta tradición legendaria. Una de ellas fue crear el Festival Folclórico de la Algarroba y Cuadros Vivos, con el objetivo de generar un motivo de reunión entre la comunidad y abrir una fecha especial en el calendario para realizar el evento.
La exhibición, en la actualidad, dura cinco días; en el primero, se muestran cuadros vivos hechos por niños; los tres días siguientes, un barrio o un conjunto de calles muestra a los habitantes de los otros sectores sus creaciones.
En el quinto, se muestran, en la calle principal (La Concepción), los mejores cuadros, que tienen una rica diversidad temática, junto al cuadro "tradicional", religioso o costumbrista, utilizando el frente de la vivienda para incorporarlo a la escena, o para instalar allí un escenario.
Pero, que esto hoy sea así, ha implicado un esfuerzo constante. En los últimos años se ha realizado trabajo con las instituciones educativas del municipio para que los más jóvenes se vean interesados en esta práctica y entiendan la historia que hay en ella.
Obra llamada: 'Érase una vez en el patio de Galeras'. Foto:Remberto Castro
“Así se mantiene vivo y tiene toda la garantía para que esté vivo por siempre. Porque un cuadro se hace con lo que se tiene. La gente de Galeras es bastante restringida en el nivel económico, pero eso no nos ha detenido. Somos ricos de corazón y cabeza”, finaliza Iriarte, el gestor cultural que también comenta que para cada puesta en escena, las autoridades entregan 300.000 pesos que se quedan cortos para hacer algo que valga la pena mostrar, por lo que son los mismos integrantes de la comunidad ponen de su dinero.
Galeras buscaba más que reconocimiento nacional
Que el país reconociera la tradición de Galeras como patrimonio fue un gran logro. "Fue emocionante. En el evento en que se reconoció el trabajo de Galeras estaba la gobernadora de Sucre y el alcalde contando historias, todos emocionados, con la piel erizada. Esto es un logro de la comunidad, porque las entidades gubernamentales hacemos el acompañamiento para que se sigan los pasos constitucionales, pero la comunidad fue súper organizada y consciente de su valor, se organizó para lograrlo. Esto no sucede siempre. Hay casos que llevan años en ello y lo dejan pasar, se vencen los plazos y no se ponen de acuerdo para recolectar la información que se necesita", explica Saia Vergara, viceministra de Patrimonios y Memorias.
Lo que llevó a Galeras a ser la excepción fue su ambición y ganas de que personas fuera del país conocieran su perspectiva de arte, quisieron postular su iniciativa ante la Unesco. “Por el 2020, líderes pidieron al ministerio nominar estas escenas como patrimonio de la humanidad”, explica Forero.
En respuesta, las autoridades empezaron a trabajar con la comunidad, para preparar el expediente de nominación, que debe seguir unos requisitos solicitados por la Unesco –parecidos a los que se habían recolectado antes para el reconocimiento nacional- para que se incluya una actividad cultural en la lista representativa del Patrimonio Material y Cultural de la Humanidad.
Obra llamada 'Pandemia en Hojarasca'. Foto:Remberto Castro
También se debió demostrar que esto se relacionaba con el desarrollo sostenible y que es una actividad participativa, en la que se tiene en cuenta a diversas voces. Aterrizado en la realidad colombiana, esto se hizo ligando los cuadros vivos como una forma de construir paz, ya que muchos de ellos incluyen elementos de reconciliación, y señalando cómo los escenarios artísticos acercan a la comunidad, que se involucra activamente en el proceso colectivo.
Este año, la Unesco dio un concepto favorable para declarar los cuadros vicos de Galeras como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. “Lo que significa una gran responsabilidad, porque es comprometerse ante el mundo para que esto perdura. Admito que saca la emoción de un pueblo que la ha dado toda, la ha guerreado, que ha sido víctima de paramilitares, guerrilla, falsos positivos, pero que está acá, sobreviviendo, diciéndole a otros que hay talento”, cuenta Iriarte.
Lo que se viene a futuro para Galeras, según comenta la vicepresidenta Vergara, es una preparación para que la comunidad reciba turistas y tenga mayor visibilidad ante el mundo. Asimismo, se debe aprovechar este impulso para comprometer a la empresa privada y que se le inyecten recursos a los Cuadros Vivos.
"Chevere que las compañías digan: 'Yo voy a poner una escuela de formación de cuadros vivos'. Ligado a esta actividad cultural hay oportunidades de emprendimiento, vestuario, maquillaje, teatro y esto podría convertirse en un activo económico", finaliza Vergara.
María Jimena Delgado Díaz
Periodista de Cultura
@mariajimena_delgadod