¿El huracán Kirk tocará tierra en Estados Unidos?

Luego de que el sureste de Estados Unidos, especialmente Florida, las Carolinas, Georgia, Tennessee, Virginia y Alabama, sufra el duro impacto del huracán Helene, expertos meteorológicos del país temen la llegada de un nuevo fenómeno climático que pueda volver a poner en peligro la vida de los estadounidenses.

Se trata del huracán que ya fue bautizado como Kirk, una tormenta de categoría 3 que se encuentra en el océano Atlántico, más de 1.907 kilómetros al este de las islas de Sotavento, y que amenaza con generar olas potencialmente mortales en la costa este de EE. UU., incluido Florida, durante el fin de semana.

A pesar de que se espera que Kirk se mantenga alejado de las costas, expertos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) advirtieron que las olas grandes generadas por la tormenta podrían llegar a Florida para el domingo, afectando también a las Bermudas, las Antillas Mayores y las Bahamas.

A pesar de que este fenómeno climático registra vientos sostenidos de más de 193 kilómetros por hora, su peligrosidad no radica en sus fuertes vientos, sino en las olas que podría generar e impactar en la costa de Florida y el este de Estados Unidos.

A pesar de las observaciones de los expertos del NHC, por el momento no se han emitido alertas a raíz de Kirk, cabe recordar que el este de Estados Unidos todavía se recupera de Helene, el huracán que según las últimas informaciones habría dejado un saldo de más de 180 fallecidos y centenares de desaparecidos, así como personas que se quedaron sin casa y lo perdieron todo.

Leslie, la tormenta tropical de Estados Unidos que podría convertirse en huracán

Pero las peligrosas olas que podría ocasionar Kirk no son la única preocupación de los meteorólogos de Estados Unidos, el NHC informó que también está monitoreando a Leslie, una tormenta tropical que se formó en el Atlántico oriental potencial a convertirse en huracán en los próximos días.

Según los expertos, Leslie se ubica a unos 828 kilómetros al suroeste del extremo sur de las Islas de Cabo Verde, y registró vientos máximos sostenidos de más de 64 kilómetros por hora.