El hábito que caracteriza a las personas menos inteligentes, según la inteligencia artificial

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Evitar desafíos intelectuales y resistirse al aprendizaje continuo se asocia con niveles más bajos de inteligencia.

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El hábito que caracteriza a las personas menos inteligentes, según la inteligencia artificial Foto: iStock

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PERIODISTA21.05.2025 15:11 Actualizado: 21.05.2025 15:19

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21.05.2025 15:11 Actualizado: 21.05.2025 15:19

La inteligencia humana es una cualidad compleja que depende de múltiples factores, desde la genética hasta el entorno y la conducta individual. Sin embargo, ciertos patrones de comportamiento pueden estar asociados con niveles de inteligencia más bajos. Un análisis realizado con ayuda de modelos avanzados de inteligencia artificial (IA) detectó un hábito recurrente en personas con menor rendimiento intelectual: evitar desafíos intelectuales y resistirse al aprendizaje continuo.

La inteligencia humana es una cualidad compleja que depende de múltiples factores, desde la genética hasta el entorno y la conducta individual. Sin embargo, ciertos patrones de comportamiento pueden estar asociados con niveles de inteligencia más bajos. Un análisis realizado con ayuda de modelos avanzados de inteligencia artificial (IA) detectó un hábito recurrente en personas con menor rendimiento intelectual: evitar desafíos intelectuales y resistirse al aprendizaje continuo.

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Foto de referencia. Foto:Stock Adobe

Evitar desafíos y resistirse al aprendizaje: una señal de alerta

La IA, al procesar miles de estudios científicos revisados por pares, encontró que evitar situaciones que exigen esfuerzo cognitivo limita el desarrollo intelectual. La psicóloga Carol Dweck, en su obra Mindset: The New Psychology of Success, explicó que las personas con una “mentalidad fija” creen que la inteligencia es una característica inmutable. Esta creencia lleva a evitar retos por temor al fracaso, limitando el crecimiento intelectual.

Por otro lado, quienes adoptan una “mentalidad de crecimiento” entienden que el aprendizaje es un proceso continuo y que los desafíos representan oportunidades para mejorar. Esta diferencia en la actitud hacia el aprendizaje influye directamente en el desarrollo cognitivo.

El efecto Dunning-Kruger: sobreestimación de las propias capacidades

Un fenómeno relacionado es el efecto Dunning-Kruger, un sesgo cognitivo descrito por los psicólogos David Dunning y Justin Kruger en 1999. Según este efecto, personas con habilidades limitadas tienden a sobreestimar sus competencias. El estudio indicó que individuos con bajo desempeño en áreas como la lógica o la gramática a menudo creían desempeñarse mejor que el promedio.

Esta sobreestimación dificulta reconocer las propias limitaciones y, por tanto, obstaculiza la mejora personal y el aprendizaje efectivo.

Otros hábitos asociados con menor inteligencia

Además de evitar retos y sobrestimar capacidades, la IA identificó otros comportamientos vinculados con niveles más bajos de inteligencia:

  1. Multitarea constante: Realizar varias tareas al mismo tiempo puede disminuir la eficiencia y afectar la memoria a corto plazo.
  2. Falta de curiosidad: La ausencia de interés por aprender cosas nuevas limita el desarrollo intelectual.
  3. Procrastinación frecuente: Postergar tareas importantes refleja dificultades en la gestión del tiempo y la toma de decisiones.
  4. Consumo excesivo de azúcar: Una dieta alta en azúcares puede afectar negativamente la memoria y la capacidad de aprendizaje.

El hábito que practican las personas más inteligentes, según la IA

Cuando se piensa en personas inteligentes, la imagen común es alguien dedicado al estudio o al trabajo intelectual constante. No obstante, la inteligencia no se cultiva exclusivamente a través del conocimiento académico. Un hábito poco mencionado, pero recurrente en personas destacadas, es la práctica del silencio y la introspección consciente.

Suelen adaptarse a cualquier situación.

Suelen adaptarse a cualquier situación. Foto:iStock

La IA, entrenada con miles de biografías y entrevistas de líderes y genios, detectó que uno de sus hábitos frecuentes es dedicar tiempo a estar en silencio, sin estímulos externos, observando sus propios pensamientos. Esta práctica, que puede parecer simple, incluye actividades como la meditación, el mindfulness o el llamado “pensamiento profundo”.

Personajes como Steve Jobs, Albert Einstein y Nikola Tesla solían reservar momentos diarios para desconectarse del entorno y permitir la aparición de ideas nuevas y soluciones creativas.

¿Por qué el silencio potencia la inteligencia?

Expertos en neurociencia explican que el silencio activa regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la creatividad y la resolución de problemas. Este estado favorece la integración de aprendizajes y el acceso a niveles profundos de reflexión.

Un estudio de 2013 realizado en la Universidad de Duke por la investigadora Imke Kirste reveló que dos horas diarias de silencio inducen la formación de nuevas células neuronales en el hipocampo de ratones, un proceso conocido como neurogénesis, que está vinculado con la memoria y el aprendizaje.

En un entorno saturado de estímulos constantes —mensajes, noticias, redes sociales, notificaciones— el silencio se vuelve un recurso escaso y valioso. Según la IA, las personas más inteligentes no necesariamente consumen más información, sino que procesan mejor la información que ya poseen.

Por ello, dedicar unos minutos diarios a la quietud mental sin distracciones representa una herramienta para mejorar el rendimiento intelectual.

Este hábito puede adoptarse con facilidad y sin experiencia previa en meditación. Basta con seguir estos pasos:

  • Elegir un lugar tranquilo y cómodo.
  • Sentarse sin realizar ninguna actividad: ni leer, ni usar el celular, ni planear el día.
  • Observar los propios pensamientos sin juzgarlos.
  • Si la mente se dispersa, regresar suavemente al momento presente.

Con el tiempo, esta pausa puede convertirse en una fuente de claridad mental, mejor toma de decisiones y creatividad.

En conclusión, evitar los desafíos y resistirse al aprendizaje continuo son hábitos identificados como señales de menor inteligencia por la inteligencia artificial. Al mismo tiempo, prácticas como el silencio y la introspección consciente aparecen como factores que favorecen el desarrollo intelectual. En un mundo lleno de estímulos, la capacidad para detenerse y reflexionar se vuelve un recurso cada vez más necesario para el pensamiento crítico y la creatividad.

La Nación (Argentina)/ GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.

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