Los tiroteos masivos en las escuelas de Estados Unidos comprenden una problemática que se repitió durante las últimas décadas generando medidas que pueden parecer extremas, pero tienen como objetivo mejorar la seguridad. En el estado de Ohio, cada vez más escuelas están armando a sus maestros a modo de una medida preventiva.
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De acuerdo a la información de la organización sin fines de lucro Everytown for Gun Safety, citada por el medio CBS News, en el país norteamericano 15 estados distintos permiten que el personal escolar porte armas en el campus. La situación es especial en Ohio, en donde el último año se cuadriplicó el número de distritos escolares que permiten que el personal esté armado, con una participación actual del 14 por ciento de los distritos del estado.
Las circunstancias especiales que rodean a Ohio nacen de una iniciativa impulsada por el director Greg Johnson y su compañero Andy McGill, quienes intercedieron en un tiroteo para calmar al atacante y lograron evitar mayores daños. De aquel episodio solo subsisten los agujeros de bala en la pared, pero la situación marcó a ambas autoridades escolares, quienes lideraron una campaña para implementar nuevas medidas de seguridad (vidrio a prueba de balas, mejores salidas de ventanas, entre otras).
A pesar de que McGill y Johnson decidieron no armar al personal educativo, aquella situación impactó en el resto de la comunidad escolar del estado, en donde durante los últimos años los distritos tomaron medidas. En las afueras de Dayton, el Distrito Escolar Local de Mad River decidió entregar armas a unos 20 de sus profesores.
Los maestros de escuela armados en Estados Unidos
En una entrevista con el medio anteriormente mencionado, Chad Wyen, superintendente de Mad River, explicó que su arma permanece encerrada en un casillero con llave que se desbloquea con un código. "Por lo general, hay una bala en la recámara. Tenemos que estar preparados", manifestó.
De sus palabras se desprende la idea principal de que los oficiales de policía probablemente no lleguen a tiempo a un tiroteo en proceso, por lo que interceder sería solo para salvar las vidas de otros estudiantes. "En ese momento, ese estudiante ya no es mi estudiante. Ahora es un asesino y yo estoy deteniendo una amenaza. Y eso es para salvar otras vidas", mencionó al respecto una maestra cuya identidad permanece protegida.