De acuerdo con la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS) la actividad física antes, durante y después del tratamiento al cual se someten los pacientes con cáncer, puede ayudar a elevar los niveles de energía y promover un mejor funcionamiento del organismo.
En ese sentido, la Biblioteca Nacional de Medicina resalta que la incorporación de programas basados en el entrenamiento aeróbico, de fuerza o mixtos, tienen un impacto positivo en las personas que se encuentran en proceso oncológico, debido a que promueven el aumento de masa muscular.
Por lo que, este tipo de rutinas son un método efectivo para contrarrestar algunos de los efectos secundarios producidos por las terapias convencionales, las cuales producen fatiga, pérdida de peso, alopecia, diarrea e hipertensión.
Además, tenga en cuenta que pasar mucho tiempo en reposo o llevar un estilo de vida sedentario, puede ocasionar la pérdida progresiva de la función corporal y la disminución en el rango de movimiento.
Los ejercicios de fuerza en pacientes con cáncer ayudan a mejorar la función física. Foto:iStock
Programa de ejercicio para pacientes con cáncer
En la actualidad, el entrenamiento físico se ha convertido en una terapia auxiliar o coadyuvante para personas que se encuentran en alguna de las diferentes etapas del proceso oncológico.
1. Rutina de entrenamiento antes del tratamiento
Para aquellos pacientes que se encuentran a punto de comenzar algún tratamiento de cáncer en las primeras etapas, es importante adoptar o mantener su nivel de actividad física, ya que esto puede contribuir con el tiempo de recuperación.
De hecho, según la investigación realizada por la Sociedad Americana Contra el Cáncer, realizar la mayor cantidad de ejercicio como sea posible puede reducir las complicaciones y preparar el cuerpo para las intervenciones médicas.
2. Actividad física durante el tratamiento
En cuanto a las personas que ya se encuentran dentro de una terapia, es recomendable consultar con su especialista si existen algunos factores relacionados con su condición que puedan afectar su capacidad de realizar ciertos movimientos y esfuerzos del programa de entrenamiento.
En caso de que usted fuera una persona activa antes de iniciar con el tratamiento o tenga pensado incluir alguna rutina, es pertinente que esta sea de baja intensidad, con el fin de no sobrepasar los límites de su cuerpo.
3. Entrenamiento después del tratamiento
Para reducir de manera progresiva los efectos secundarios producidos por los medicamentos o las intervenciones médicas, las personas deben incrementar lentamente el tiempo de los ejercicios y la intensidad con la que se realizan, ya que poco a poco su organismo se irá adaptando a los nuevos niveles de actividad física.
Cáncer de colon: estos son los nuevos cuatro síntomas | El Tiempo
STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL