El departamento del Atlántico, reconocido por su rica biodiversidad, enfrenta un desafío crítico en el ámbito de la educación ambiental, según un estudio del sector académico local.
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Así lo reportó este miércoles 23 de octubre el Observatorio de Educación del Caribe Colombiano, en la Universidad del Norte, que analizó la preparación de estudiantes de Barranquilla y los municipios en Ciencias Naturales.
Lo hizo a partir de los resultados de las pruebas Saber 11 de 2023, enfocado en esta área, aprovechando la coyuntura de la COP 16 y con el objetivo de determinar si existe o no educación ambiental en las instituciones educativas privadas y públicas.
La COP 16, que se celebra por primera vez en Colombia, pone en el centro de la discusión la protección de la diversidad biológica mundial.
Bajo el lema ‘Paz con la Naturaleza’, este evento convoca a una reflexión sobre la necesidad de redefinir la relación con el ambiente y repensar un modelo económico que no se base en la extracción, sobreexplotación y contaminación de recursos naturales.
Las evidencias que presenta el Observatorio
Según el Observatorio, tras revisar los resultados de las pruebas en este ámbito, se evidencia la urgente necesidad de fortalecer la comprensión y manejo de recursos naturales como humedales, manglares y ecosistemas costeros.
“Este fortalecimiento es vital para garantizar que las nuevas generaciones participen activamente en la conservación y gestión sostenible de su entorno”, destacó este espacio.
Los datos reflejan que solo el 32,60 % de los estudiantes de Barranquilla alcanzó los niveles 3 y 4 en Ciencias Naturales, lo que indica que menos de un tercio ha desarrollado una comprensión avanzada de los problemas ambientales.
Esto muestra que una parte significativa de los evaluados tiene un entendimiento limitado de los problemas ambientales
De acuerdo con la entidad, resulta alarmante que el 21,60 % se encuentra en el Nivel 1, lo que revela “serias dificultades” para reconocer información científica básica, como datos sobre contaminación o gráficos sencillos.
“Esto muestra que una parte significativa de los evaluados tiene un entendimiento limitado de los problemas ambientales y carece de las habilidades necesarias para realizar análisis más profundos, lo que representa un desafío importante para la educación científica en la ciudad”, indicó Jorge Valencia Cobo, coordinador del Observatorio de Educación del Caribe Colombiano de la Universidad del Norte.
Disparidades en el rendimiento académico
Al comparar los sectores público y privado por parte del Observatorio de Educación, los datos revelan diferencias significativas en el rendimiento académico.
En el sector público, el 23,80 % de los estudiantes se encuentra en el Nivel 1, una proporción considerablemente mayor que el 14,40 % en el sector privado, lo que indica mayores dificultades en el reconocimiento de información científica básica.
Además, solo el 28 % de los estudiantes del sector público alcanza los niveles 3 y 4, mientras que en el sector privado esta cifra se eleva al 47,70%.
Para el analista, estas cifras destacan una disparidad considerable en el rendimiento entre ambos sectores, influenciada probablemente por diferencias en la calidad educativa y los recursos disponibles.
El panorama en el resto del Atlántico
En el Atlántico, donde el sector público es predominante, los municipios con mejores resultados en los niveles 3 y 4 son Puerto Colombia, donde el 40,7 % de los estudiantes logra alcanzar el nivel 3 y el 7,8 % llega al nivel 4, y Palmar de Varela, con un 26,7 % en el nivel 3, aunque el nivel 4 es casi inexistente.
Puerto Colombia se destaca como el municipio con el mayor porcentaje de estudiantes capaces de realizar inferencias complejas y aplicar teorías científicas en contextos ambientales.
Por otro lado, los municipios con los porcentajes más altos de estudiantes en el Nivel 1 son Candelaria (51,7 %), Polonuevo (49,5 %), Manatí (47,7 %) y Luruaco (45,3 %).
Recomendaciones del Observatorio de Educación
“Esto significa que, en estos municipios, más de la mitad o cerca de la mitad de los estudiantes enfrenta serias dificultades para comprender conceptos científicos y ambientales fundamentales. Esta situación resalta la necesidad urgente de implementar estrategias educativas efectivas que aborden estas disparidades y mejoren la educación ambiental en toda la región”, se registra en el informe.
Los resultados de las pruebas muestran que, aunque un número considerable de estudiantes ha logrado una comprensión avanzada de las Ciencias Naturales, aún persisten áreas que requieren atención.
En ese sentido, el Observatorio recomienda: fortalecer la educación científica y ambiental, intervención urgente en los municipios con altos porcentajes de estudiantes en el nivel 1, dotar recursos tecnológicos, implementar proyectos prácticos y ofrecer apoyo extraescolar.
Deivis López Ortega
Corresponsal de EL TIEMPO
Barranquilla