La festividad que le da inicio a Navidad de manera oficial es el Día de la Inmaculada Concepción de María, una tradición religiosa que se lleva a cabo todos los 7 de diciembre y este año cae el próximo sábado, lo que le permite a más personas participar en ella.
Este dogma fue proclamado por el papa Pío IX, expresando en una carta apostólica que “la santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, salvador del género humano”, según ‘Vatican News’.
Durante la celebración, las familias los amigos y algunas parejas se reúnen con el fin de pasar este día al lado de sus seres queridos, compartiendo buñuelos, natilla, galletas, una copa de vino o una taza de chocolate caliente mientras encienden sus velitas.
¿Por qué se prenden velas en el Día de la Inmaculada Concepción de María?
Durante la noche y la madrugada del 7 y 8 de diciembre del también llamado ‘Día de las velitas’, las familias sacan sus bafles para escuchar música navideña, mientras la luz y el calor de las velas les brindan una sensación de calor y esperanza por las bendiciones del siguiente año.
El origen de la tradición de encender velas durante la celebración de la Inmaculada Concepción de María proviene del día en el que el papa Pío IX lo declaró como dogma de fe, puesto que los fieles creyentes estaban esperando su carta con la noticia y al obtener su comunicado prendieron algunas, según ‘Vatican News’.
“Los católicos de todo el mundo encendieron velas y antorchas, manifestando su esperanza en que se declarara de manera oficial y dogmática que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción”, explicó el papa Bustamante en el medio mencionado.
Esta acción tiene diferentes significados para cada familia y creyente del país, ya que algunos lo consideran como un buen momento para pedir por la intersección de María para cumplir sus deseos, los propósitos del siguiente año, encontrar pareja, pedir por la salud, la paz, el cuidado del hogar, entre otras cosas.
Cabe destacar que diversas apariciones marianas, como la del 11 de febrero de 1858 en Lourdes, a los pies de los Pirineos, le dieron paso a la iglesia y a los creyentes de respaldar la autenticidad del dogma, debido a que la Virgen se presentó como: “Yo soy la Inmaculada Concepción”, de acuerdo con ‘Mondo Cattolico’.
Con la noche de velitas, empieza la navidad para muchos | El Tiempo
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LEIDY ESTEFANIA RICO ARBOLEDA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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