A medida que transcurren los años, muchas personas notan cambios en su capacidad para recordar nombres, fechas o incluso actividades cotidianas. Aunque ciertos olvidos pueden considerarse normales, los expertos advierten que es importante prestar atención a los signos de deterioro cognitivo. En este contexto, especialistas de la Clínica Mayo y del Hospital General de Massachusetts han compartido una serie de recomendaciones para proteger la memoria a partir de los 50 años.
La Clínica Mayo, reconocida institución médica en Estados Unidos, señaló que, aunque no existen certezas absolutas para evitar la pérdida de memoria o la demencia, sí es posible adoptar algunas acciones que podrían resultar beneficiosas. Parte del enfoque está en mantener el cerebro activo física y mentalmente a través de rutinas específicas.
El entrenamiento cognitivo debe estar acompañado de hábitos saludables Foto:iStock
“¿Perdiste las llaves del automóvil? ¿Olvidaste la lista de compras? ¿No puedes recordar el nombre del entrenador que te agradó en el gimnasio? No eres el único. Todos nos olvidamos de algo de vez en cuando. Sin embargo, no hay que tomarse a la ligera la pérdida de memoria”, explicaron.
Las siete acciones recomendadas para proteger la memoria
Los especialistas de la Clínica Mayo enumeraron siete consejos para fortalecer la memoria en la adultez mayor. Estas prácticas, indicaron, pueden incorporarse en la vida diaria sin necesidad de intervenciones médicas.
- Hacer actividad física todos los días: el ejercicio regular estimula el flujo sanguíneo hacia todo el cuerpo, incluido el cerebro. La recomendación general para adultos sanos consiste en realizar 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (como caminar a paso ligero) o 75 minutos de actividad aeróbica intensa (como correr).
- Mantener activa la mente: participar en actividades que estimulen el cerebro contribuye a mantener la agilidad mental. “Haz crucigramas. Lee. Juega. Aprende a tocar un instrumento musical. Comienza un nuevo pasatiempo. Trabaja de voluntario en una escuela local o con un grupo comunitario”, recomendaron desde la Clínica.
- Pasar tiempo con otras personas y sociabilizar: la interacción social puede ayudar a prevenir estados como la depresión y el estrés, factores que están relacionados con la pérdida de memoria.
- Organización: tener una rutina organizada permite reducir los olvidos frecuentes. “Es más probable que te olvides de las cosas si tu casa o tus anotaciones están desordenadas. Anota las tareas, las citas médicas y otros eventos en un cuaderno, un calendario o una agenda electrónica. Incluso puedes repetir cada anotación en voz alta mientras la escribes para ayudar a grabarla en tu memoria. Mantén actualizada tu lista de tareas”, subrayaron los expertos.
- Dormir y descansar bien: la calidad del sueño tiene un impacto directo en la memoria. Dormir entre 7 y 9 horas cada noche se considera esencial para el buen funcionamiento del cerebro.
- Comer una dieta saludable: una alimentación equilibrada favorece la salud cerebral. Se destacan frutas, verduras, cereales integrales y fuentes de proteína bajas en grasa, como pescado, frijoles y aves sin piel.
- Controlar los problemas crónicos de salud no relacionados con la memoria: las enfermedades como la hipertensión, la diabetes, la depresión, la pérdida auditiva o la obesidad también pueden afectar la memoria. “Sigue los consejos del proveedor de atención médica para lidiar con las enfermedades (...) Cuanto más te cuides, mejor será tu memoria”, afirmaron desde la Clínica Mayo.
Actividades mentales frecuentes son clave. Foto:iStock
Seis factores que también protegen el cerebro
Además de los consejos anteriores, una investigación realizada por los Laboratorios de Atención Cerebral del Hospital General de Massachusetts y publicada por The New York Times, analizó 59 metanálisis para identificar factores que inciden en el riesgo de sufrir enfermedades cerebrales como accidentes cerebrovasculares, demencia o depresión en la adultez tardía.
Los seis factores con mayor impacto positivo en la salud cerebral fueron:
- Consumo de alcohol bajo o moderado: el estudio detectó que consumir menos de una bebida alcohólica al día puede ser más beneficioso que ingerir entre una y tres.
- Actividad cognitiva regular: leer, resolver rompecabezas y participar en actividades mentalmente exigentes se relaciona con una mejor salud cognitiva.
- Dieta balanceada: una alimentación rica en vegetales, frutas, productos lácteos, pescado y frutos secos está asociada a menor riesgo de enfermedades cerebrales.
- Ejercicio físico constante: niveles moderados o altos de actividad física muestran una fuerte relación con la preservación de la salud cerebral.
- Sentido de propósito en la vida: sentir que se tiene una misión o razón para levantarse cada día se considera un factor protector.
- Red de apoyo social amplia: contar con vínculos sociales sólidos ayuda a mantener el bienestar emocional y cognitivo.
Optimizar los hábitos para reducir los riesgos
Stephanie Collier, directora de educación en la división de psiquiatría geriátrica del Hospital McLean, en Massachusetts, señaló que mejorar los hábitos cotidianos puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los adultos mayores.
“Si puedes optimizar las piezas del estilo de vida o las piezas modificables, entonces tienes muchas más probabilidades de vivir sin discapacidades”, expresó la especialista.
Con base en estas recomendaciones, se concluye que la memoria puede preservarse y fortalecerse con medidas constantes y enfocadas. A través del ejercicio, la alimentación saludable, el descanso adecuado y una vida social activa, es posible reducir los riesgos asociados al deterioro cognitivo.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Portafolio y contó con la revisión de un periodista y un editor.