Un hallazgo excepcional fue anunciado por el Museo Morgan de Nueva York: una partitura manuscrita e inédita de Frédéric Chopin fue descubierta en su colección, representando la primera obra inédita que sale a la luz del célebre compositor polaco desde 1930.
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Según el comunicado de la institución, el Dr. Robinson McClellan, curador del museo, halló el manuscrito durante una revisión de la Colección Arthur Satz en 2019. Este documento, que aparecía catalogado bajo el nombre de Chopin, captó la atención de McClellan al no corresponder con ninguna pieza previamente conocida de la autoría del músico.
Tras cinco años de investigaciones se confirmó el manuscrito
Luego de cinco años de investigaciones, McClellan y su equipo pudieron confirmar que el manuscrito se trata de un vals original del compositor, estimando que su creación podría datar de más de 200 años atrás.
Esta pieza, de apenas 10 cm por 13 cm, está inscrita en papel y tinta propios de Chopin, quien solía crear composiciones breves como obsequios para álbumes de autógrafos. “Chopin solía firmar manuscritos que eran regalos, pero este no está firmado, lo que sugiere que cambió de opinión y lo retuvo”, explicó el curador asociado de manuscritos musicales y música impresa del Morgan.
Las características que posee la obra
La obra posee características distintivas que subrayan su autenticidad. Los expertos detallan que “el comienzo de la pieza es más notable: varios compases melancólicos y disonantes culminan en un estallido fuerte, antes de que comience una melodía melancólica. Ninguno de sus valses conocidos comienza de esta manera, lo que hace que este sea aún más intrigante”. Esta estructura única confiere a la pieza un interés especial para los estudiosos de su estilo.
Según el museo, la obra “consta de 24 compases notados que el compositor le pide al pianista que repita una vez en su totalidad”. A pesar de su brevedad, con una duración aproximada de un minuto, mantiene la complejidad y el estilo de “formas pequeñas” característico de Chopin, aunque se trata de una de las composiciones más cortas registradas de su producción. “Es una pieza completa, que muestra el tipo de ‘hermeticidad’ que esperamos de una obra terminada del compositor”, señalaron los expertos.
Para esclarecer más detalles sobre la fecha de creación y su destinatario, el Morgan ha recurrido a la colaboración del profesor Jeffrey Kallberg, especialista en Chopin de la Universidad de Pensilvania. Kallberg, quien ayudó a verificar la autenticidad, continuará estudiando el rol de esta pieza en la vida musical del compositor.
“Escuchar esta obra por primera vez será un momento emocionante para todos en el mundo del piano clásico”, concluyeron desde el museo.
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.