Los criptoactivos como el bitcóin, que se disparó después de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y ya supera los 98.000 dólares, han ido poco a poco ganando popularidad en Colombia; sin embargo, todavía no existe un marco regulatorio con unas reglas claras, lo que sigue generando incertidumbre.
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Y es que si bien no es ilegal negociar con este tipo de activos al no estar reconocidos por el régimen cambiario como una divisa y, por tanto no tener el respaldo del Banco de la República, si una persona invierte es a su propio riesgo.
En total, la firma de pagos cripto Tripple-A estima que América Latina alberga alrededor de 55 millones de usuarios de criptomonedas, lo que representa el 10 por ciento de todo el mundo, y Colombia se posiciona como el quinto país de mayor adopción en la región, con 25.000 millones de dólares entre julio de 2023 y junio de 2024, según Chainalysis.
Los resultados del piloto LaArenera SFC
Con el objetivo de analizar los riesgos de este mercado, la Superfinanciera realizó entre el 2021 y junio de este año un proyecto piloto llamado LaArenera que permitió realizar operaciones cash-in (depósitos) y cash-out (retiros) a través de productos financieros de depósito en pesos colombianos a nombre de plataformas de intercambio de criptoactivos (exchanges).
Sin embargo, meses después de haber completado este gran ejercicio que contó con la participación de actores tanto públicos como privados no se tiene certeza de cuál será el rumbo de la regulación.
En dicho piloto operaron siete alianzas: Bancolombia-Gemini, Davivienda-Binance, Banco de Bogotá – Bitso, Banco de Bogotá – Buda, Movii-Bitso, Coltefinanciera-Obsidiam y Coink-Banexcoin.
Durante ese periodo se les permitió ofrecer a las personas la compraventa de criptoactivos y su almacenamiento en billeteras digitales y en cada transacción debía poder identificarse el origen, destino y monto.
Según le dijo a este medio Cristian Vallejo, coordinador del Grupo Innova de la Superfinanciera, los datos recopilados proporcionaron información esencial sobre los riesgos a los que se enfrentan tanto los consumidores como las entidades supervisadas al interactuar y vincular plataformas de intercambio de criptoactivos.
“Se observó que las plataformas implementaron un Sarlaft y herramientas que facilitaron el proceso de conocimiento y seguimiento de los clientes, así como de las transacciones con activos virtuales, todo esto, dando cumplimiento a los estándares y lineamientos internacionales que se han expedido sobre la materia, en particular por el Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi)”, señaló la entidad.
Adicional a ello, Vallejo dijo que esta prueba fue una “oportunidad” para conocer el detalle de los modelos de negocio que participaron y los retos en materia de supervisión que su vinculación con las vigiladas implica.
Para Daniel Acosta, gerente general de Binance para Colombia, América Central y Caribe, este piloto fue clave para el desarrollo de la industria cripto en el país. “LaArenera demostró que los usuarios del intercambio pueden ingresar y retirar fondos de sus cuentas bancarias de manera impecable y transparente. Además, que el uso de las criptomonedas no es una amenaza para el lavado de dinero. Es importante dejar claro que existen otras puertas de entrada y salida transparentes y efectivas para adquirir y liquidar criptomonedas, como el P2P y otros métodos de pago en línea”, opinó.
Al igual, Juanita Rodríguez Kattah, country manager de Bitso en Colombia, señaló que la compañía fue parte de diferentes etapas del desarrollo de este piloto, desde los encuentros de socialización del mundo cripto hasta el desarrollo y ejecución del Sandbox de la mano de las entidades financieras tradicionales.
“Este trabajo conjunto nos permitió identificar la necesidad de marcos legislativos claros que promuevan la interoperabilidad y el acceso a servicios financieros innovadores sin comprometer la protección al consumidor. Además, nos permitió adecuarnos a las exigencias regulatorias colombianas y cumplir con cada uno de los parámetros establecidos”, manifestó.
En el caso de Bancolombia, parte del resultado de esta prueba fue el surgimiento de Wenia, una compañía de criptoactivos del Grupo apalancada con la tecnología blockhain que actualmente permite a las personas comprar, convertir, recibir, enviar y vender activos digitales y que ya tiene 16.000 registros.
“Wenia es, parte, el resultado de los aprendizajes que obtuvimos de LaArenera que habilitó la Superfinanciera. Esperamos alcanzar los 64.000 registros al cumplir el primer año en mayo”, señaló Pablo Arboleda, CEO de Wenia.
Las personas que descarguen la aplicación podrán comprar COPW, que es su criptoactivo estable referenciado 1:1 con el peso colombiano, desde cuentas Bancolombia y tarjetas débito o crédito. Después de ello, los clientes lo pueden convertir en criptoactivos como bitcóin, ether o dólares digitales, entre otros. Además, Wenia acaba de lanzar una tarjeta 100 por ciento digital de la franquicia Mastercard para hacer compras.
“Buscamos facilitar el acceso a estas operaciones en cualquier lugar del mundo con una diversidad de activos digitales, sin necesidad de que sean expertos en el tema”, afirmó Arboleda.
Por su parte, Alejandro Beltrán, cofundador y country manager de Buda, plataforma de criptomonedas con presencia en Colombia, Chile, Perú y Argentina, considera que con este piloto quedó claro que la actividad no representa un alto riesgo para las entidades financieras, lo que refuerza la idea de que los actores de la industria están preparados para cumplir con las regulaciones y gestionar riesgos de manera responsable.
Sin embargo, señaló que el proyecto restringió de manera significativa las posibilidades de uso de las criptomonedas en el sistema financiero. “Fue limitado al comprender el funcionamiento de las cuentas bancarias de las participantes para el recaudo y la dispersión de fondos en pesos colombianos, producto de la compra y venta de criptomonedas. Esto perdió el desarrollo estratégico que redujo el potencial del proyecto como herramienta para impulsar la tecnología en el país”, dijo.
¿Si regulación a la vista?
A pesar del piloto realizado, en Colombia sigue sin haber una regulación específica para integrar la industria cripto con el sistema financiero tradicional. Si bien ha habido avances a nivel legislativo hoy en día no existe un marco regulatorio y, según pudo indagar este medio, tampoco se está trabajando en ello.
Esto a pesar de que el año pasado un proyecto de ley impulsado por el senador Gustavo Moreno y el representante a la Cámara Julián López estuvo a un debate de convertirse en ley. No obstante, finalmente no salió por falta de tiempo y porque los esfuerzos se concentraron en otros proyectos clave del Gobierno, como la pensional, entre otros.
Adicional a ello, este medio conoció que este año el Gobierno estuvo trabajando en un proyecto nuevo pero que finalmente no fue radicado.
Para el cofundador de Buda, después del piloto realizado la industria esperaba una hoja de ruta para definir una relación más clara y funcional entre los actores cripto y las instituciones financieras tradicionales, así como pasos concretos hacia la construcción de una regulación secundaria que ofreciera garantías a los usuarios de criptomonedas.
“Lamentablemente, esto no ocurrió. Hubo un gran esfuerzo en recursos económicos y tiempo en un ejercicio que no dejó avances normativos significativos ni promovió el desarrollo de la tecnología. El proyecto fue un paso que dejó aprendizajes, pero no avances”, sentenció.
Por su parte, la líder de Bisto en Colombia indicó que aunque el resultado no derivó en una regulación las conclusiones de esta iniciativa dieron un mensaje claro sobre la seguridad, la transparencia y la protección a los usuarios alcanzada por la industria.
“El gobierno estuvo trabajando en un proyecto nuevo para este periodo legislativo que no fue radicado. Adicionalmente, la industria de cripto en el país, a través de Colombia Fintech, ha iniciado un esfuerzo en materia de buenas prácticas sectoriales y una iniciativa de autorregulación que permita alcanzar los más altos estándares internacionales”, declaró.
Entre tanto, Acosta de Binance dijo que Colombia es un mercado muy relevante para ellos, por lo que seguirán trabajando muy de cerca con las autoridades para poder desarrollar una industria en beneficio de la comunidad cripto y la sociedad en general.
Hay que recordar que Binance, la mayor plataforma de intercambio de criptomonedas del mundo, ya tiene licencias para operar en 20 mercados a nivel mundial, entre ellos, Argentina y El Salvador de la región. Además, el peso colombiano se incorporó a Binance Convert, la herramienta para comprar o vender criptomonedas sin tener que realizar órdenes en la interfaz de trading.
“Convert permite a los usuarios convertir instantáneamente activos en criptomonedas o pesos en cualquier momento, con un precio cotizado en tiempo real basado en las condiciones del mercado”, explicó.
Pese a que todavía no existe una regulación específica, en Colombia existen algunas normas específicas para gestionar los riesgos de lavado de activos de los actores del ecosistema cripto. Por lo tanto, las relaciones comerciales en este sector se rigen por las normas generales de comercio y de protección al consumidor.
Por ejemplo, Wenia del Grupo Bancolombia fue más allá y obtuvo una licencia clase F en Bermuda otorgada por la autoridad monetaria de ese país, la cual exige que las empresas que operan con activos digitales demuestren y mantengan el cumplimiento de estándares prudenciales en la gestión de riesgos.
“Es importante resaltar que los activos digitales disponibles en Wenia, no son valores, divisas, dinero, ni activos financieros o que tengan algún seguro o respaldo de un país. Son tokens emitidos por actores privados que se pueden comercializar, gestionar o intercambiar a través de nuestra plataforma”, explicó el CEO de la compañía.
Noelia Cigüenza Riaño
Subeditora de Economía y Negocios
@noe_cig