‘Celebremos juntos nuestro caminar significativo hacia los demás con ternura’ fue el nombre de esta iniciativa que responde a la urgente necesidad de enfrentar la violencia estructural y cotidiana en Barranquilla.
Conforme a los criterios de
La estrategia de prevención trabaja con las comunidades, equipando a padres, madres, cuidadores y líderes con herramientas para crear entornos familiares protectores y romper los ciclos de violencia intergeneracionales.
Durante la certificación, se destacó cómo el fortalecimiento de capacidades permite articular esfuerzos con otras entidades y facilita la prevención, atención e incidencia para mejorar el bienestar de la niñez más vulnerable.
Los participantes se certificaron tras completar los módulos de entrenamiento en los programas Bálsamo y Escuela de Ternura. Durante el evento, los asistentes compartieron sus testimonios sobre los cambios significativos que ha generado esta metodología.
El panorama que revela Medicina Legal
Según los datos más recientes del Boletín de Medicina Legal (agosto de 2024), en Barranquilla se han reportado durante el año 1.458 casos de violencia interpersonal, 1.122 incidentes de violencia intrafamiliar.
Estos datos reflejan la necesidad de promover estrategias preventivas que fortalezcan los vínculos familiares y comunitarios y rompan los ciclos de agresión y abandono.
En este contexto, para la organización World Vision en Barranquilla y Soledad, la ‘Crianza con Ternura’ se convierte en una herramienta fundamental para construir entornos seguros y afectivos, garantizando el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.
La experiencia de una docente
Clara, docente de la Institución Etnoeducativa, expresó: "La experiencia de Crianza con Ternura ha enriquecido los vínculos afectivos y fortalecido la comunicación en nuestras familias y en la escuela".
A través de talleres y actividades participativas, estudiantes y padres han aprendido a manejar conflictos y fortalecer sus relaciones emocionales.
Estas dinámicas fomentan el respeto, la empatía y la comunicación asertiva, creando ambientes de apoyo y comprensión.
Gracias a la participación activa de sectores educativos clave, la iniciativa ha impactado positivamente la vida de 600 familias de la comunidad educativa, según cifras que reporta la organización.
Capacitados como agentes de cambio
Los mentores de Crianza con Ternura están ahora equipados para actuar como agentes de cambio en sus comunidades.
Con la formación recibida, liderarán procesos de prevención de violencia y promoción del bienestar infantil, asegurando un impacto positivo y sostenible en las generaciones futuras.
De acuerdo con World Vision, el encuentro, más que una certificación, fue una celebración del compromiso de los participantes con la transformación de sus comunidades desde la ternura y la empatía.
Esta metodología refuerza la importancia de conectar las emociones con las acciones, asegurando que el cuidado y la protección de la niñez sean una prioridad tanto en los hogares como en las escuelas.
Deivis López Ortega
Corresponsal de EL TIEMPO
Barranquilla