A dos meses y dos días del episodio del rechazo de los vuelos con deportados colombianos que sacudió la relación entre Estados Unidos y Colombia, la tensión, que incluyó amenazas de aranceles y suspensión de visados, ha bajado varios decibeles en las últimas semanas. El tono amistoso de Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional de Donald Trump, durante su visita a Bogotá así lo ratifica, aunque bajo un mensaje claro: mientras el gobierno del presidente Gustavo Petro coopere de acuerdo con los intereses de Washington, la relación será más o menos fluida.
“Estamos comprometidos a trabajar mano a mano con nuestros socios colombianos para mejorar no solo la seguridad fronteriza, sino también para apoyar la aplicación de nuestras leyes de inmigración y penales”, señaló Noem este jueves ante las cámaras, luego de una breve reunión con la canciller Laura Sarabia, a quien, dijo, considera una amiga.
La canciller Laura Sarabia y la secretaria para la Seguridad Interna de EE.UU., Kristi Noem. Foto:Néstor Gómez
Justo antes de esa declaración, ofrecida a medios locales y extranjeros en el Palacio de San Carlos, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano, Noem y Sarabia firmaron un documento de intenciones para el intercambio de información biométrica, del cual no se conocen mayores detalles más allá de que serviría para detectar criminales y prevenir su tránsito en la frontera.
El gobierno colombiano empezó a ceder y ha empezado a ajustarse a las expectativas de Washington
Camilo gonzálezInternacionalista
Más tarde se llevó a la cabo la reunión con el presidente Gustavo Petro. “Hablamos largo tiempo de seguridad”, indicó el mandatario, quien estuvo acompañado por Sarabia, el ministro de Defensa Pedro Sánchez, el embajador Daniel García-Peña y la directora encargada de Migración Colombia, Martha Hernández.
Las lecturas
Para la docente Angélica Rodríguez, de la Universidad del Norte, los ejes de la visita de Noem -migración, seguridad y narcotráfico- ilustra de alguna manera que Bogotá se ha tenido que ajustar a las expectativas de la Casa Blanca.
El presidente Gustavo Petro se reunió con Kristi Noem en la Casa de Nariño. Foto:Presidencia
“Es como se denomina en relaciones internacionales una muestra de zanahoria -nos llevamos bien si haces lo que digo-, pero el garrote está listo cuando no sea así, por ejemplo, con las amenazas de los aranceles. A Estados Unidos le interesa la migración, la seguridad y el narcotráfico y la reunión fue sobre eso, mientras que veo difícil avanzar sobre otros temas de interés para Colombia”, sostiene la investigadora.
Una opinión similar tiene el internacionalista Manuel Camilo González, quien considera que la relación entre Estados Unidos y Colombia llegó a un punto apaciguamiento. “Después de las confrontaciones que hubo a principio de año por el tema de deportados, creo que el gobierno colombiano empezó a ceder y ha empezado a ajustarse a las expectativas de Washington y sobre todo entender que la cooperación con Washington tiene que hacerse en torno a los temas que ellos vayan a imponer”, comenta.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Foto:AFP
Por su parte, Eduardo Velosa, director de la maestría en Estudios Internacionales de la Universidad Javeriana, destaca el trabajo diplomático de la Cancillería para minimizar los roces teniendo en cuenta que es poco probable que Trump ceda en sus pretensiones.
“La Cancillería ha manejado bien este encuentro, en donde se minimizaron los roces y los mensajes altisonantes y se logró concentrar este encuentro en los puntos señalados. Esa es, precisamente, la función de la diplomacia. Por último, no considero que Trump vaya a conceder espacios en estos temas, con los que tiene profundas diferencias con el gobierno Petro. Sin embargo, el trabajo diplomático en un segundo o tercer nivel por debajo de la presidencia permite que la relación fluya y se concentre en temas que les interesan a ambos países y que trascienden los intereses puntuales de los gobiernos de turno”, apunta.
A la reunión Petro-Noem asistieron otros altos funcionarios del Gobierno. Foto:Presidencia
El pasado miércoles 26 de marzo, durante un debate de control político en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, la canciller Sarabia señaló que no hay crisis con Washington y que, además, se han sostenido conversaciones para cofinanciar los vuelos de deportados colombianos (hasta el momento van 15 y han regresado 1.500 connacionales).
"Colombia y Estados Unidos son socios históricos por más de 200 años, tienen una relacion bipartidista. Hoy no hay una crisis con los Estados Unidos. Esta Cancillería no hace una diplomacia de micrófonos, los que esperan eso de esta Cancillería lamento defraudarlos", puntualizó Sarabia.
Ahora bien, todavía quedan varios focos de tensión como el récord de cultivos de hoja de coca en el país y los escasos avances en erradicación por lo que el Departamento de Estado jaló las orejas al gobierno colombiano, que se encuentra desplegando todo tipo de maniobras para espantar una posible desertificación en la lucha contra las drogas.
Efectos de aranceles en petróleo de Venezuela. Foto:
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Redacción Política