El 18 de septiembre, los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) realizaron una incautación importante de narcóticos: hallaron más de US$516.000 en cocaína. La operación tuvo lugar en el Puente Internacional de Del Río, donde un oficial de CBP decidió realizar una inspección secundaria de una camioneta Dodge 3500 gris que arrastraba un remolque utilitario negro.
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Según aclara la entidad en su página web oficial, esta decisión fue importante y se basó en la atención meticulosa a los detalles que caracteriza a los oficiales de CBP. La directora del puerto, Liliana Flores, enfatizó que esto fue el resultado de la dedicación y el compromiso con la misión de seguridad fronteriza. "Nuestros oficiales de primera línea continúan manteniendo una estricta vigilancia y su atención a los detalles y dedicación a la misión de seguridad fronteriza dieron como resultado esta importante incautación", sostuvo.
Además, explica que esto se debe en gran medida a la implementación de tecnología de inspección no intrusiva. ¿El motivo? Este sistema permite a los oficiales examinar vehículos sin necesidad de desmantelar completamente su estructura, lo que acelera el proceso de inspección y minimiza las molestias para los viajeros.
Durante el examen del vehículo y el remolque, se pudo identificar un compartimento oculto en el piso, que contenía un total de 23 paquetes de presunta cocaína, con un peso de más de 38 libras (aproximadamente 17.2 kilogramos).
Valor y procedimiento de la incautación realizada por CBP
Los paquetes de cocaína tenían un valor estimado de US$516.896, una suma alarmante que deja en evidencia la gravedad del tráfico de drogas en la región. Tras la incautación, los narcóticos fueron confiscados y la situación fue escalada a los agentes especiales de Investigación de Seguridad Nacional, quienes iniciaron una investigación criminal.
En casos como estos se visualiza, indudablemente, la capacidad de los traficantes para ocultar narcóticos en compartimentos diseñados específicamente para evadir la detección, el cual exige que las autoridades mantengan su nivel de alerta y adapten sus estrategias de inspección.