El proyecto del tren turístico de Las Flores, impulsado por la Alcaldía de Barranquilla como parte de la recuperación de la playa Puerto Mocho, ha generado preocupación en un sector de la comunidad del barrio Las Flores.
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Los líderes locales denuncian que no fueron consultados adecuadamente, y señalan que las obras afectarán la economía de los pescadores, mototaxistas y restaurantes de la zona, que no están dentro del proyecto de intervención.
De allí que el ambicioso proyecto del tren turístico de Las Flores, que busca convertir la zona en un atractivo destino para barranquilleros y visitantes, ha sido recibido con reservas por parte de la comunidad local.
Según Rosario Hurtado, líder de la segunda playa y de la Asociación de Pescadores y Turismo (Asopestur), las obras han ignorado las necesidades de quienes dependen económicamente de la movilidad vehicular para transportar sus productos y atender a sus clientes.
“Nos va a afectar el comercio de la segunda playa porque no dejan entrar carros. Aquí hay siete restaurantes y muchas personas llegan en carro a comprar pescado. Si no va a haber vía vehicular, ¿cómo se va a vender el pescado? Los proveedores necesitan entrar con mercancía, y los pescadores necesitan llevar insumos como gasolina, hielo y víveres”, declaró Hurtado, destacando que cerca de 100 personas, entre pescadores, mototaxistas y trabajadores de los restaurantes, dependen directamente de esta actividad económica.
Según la líder comunitaria, el sector de la segunda playa ya no pertenece al Distrito de Barranquilla, es jurisdicción de la Gobernación del Atlántico, pero está claro que la intervención que están realizando, explica ella, si los afecta directamente en especial "porque los clientes que venían hasta nuestros restaurantes en sus carros ya no lo podrán hacer", indicó.
Comunidad pide concertación
El tren turístico, que recorrerá 2.5 kilómetros desde Barranquilla hasta Puerto Mocho, incluye una vía férrea, una ciclovía y un sendero peatonal. Sin embargo, para este sector de la comunidad de Las Flores, estos avances no han sido suficientes para mitigar los problemas que traerá consigo la eliminación de la vía vehicular.
Hurtado sostiene que durante la socialización del proyecto, no se consideraron las afectaciones a su sector. “Cuando socializaron el proyecto del tren turístico, nunca nos tuvieron en cuenta. No estamos en el lugar de la obra, pero sí en el lugar de impacto. Nos afectan los cierres y restricciones”.
A su turno Jaider Monterroza, vocero de los mototaxistas que operan en la zona, comparte estas preocupaciones. Según él, 43 mototaxistas dependen del transporte de pescadores y turistas hacia Bocas de Ceniza.
"Llevamos años esperando ser incluidos en el proyecto, pero hasta ahora no hemos sido parte de las decisiones", dijo Monterroza. Añadió que la comunidad no se opone al desarrollo, pero exige una mesa de trabajo para garantizar que puedan seguir operando en la zona.
Por otro lado, el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, ha defendido el proyecto como un gran paso hacia la consolidación del ecoparque Mallorquín y el desarrollo turístico de Puerto Mocho. Durante una reciente inspección, destacó las características sostenibles del proyecto, que incluyen alumbrado público fotovoltaico y pasos a desnivel para proteger la fauna local.
“Son 2.5 kilómetros de una gran intervención para el peatón, para la bicicleta y para nuestros trenes eléctricos”, afirmó el mandatario.
A pesar del entusiasmo de la administración, la comunidad insiste en que el tren y las obras conexas, tal como están planteadas, limitan su derecho a la libre movilidad y ponen en riesgo la viabilidad económica de la zona.
Según Hurtado, los restaurantes ubicados en la segunda playa han sido un referente durante más de 30 años, y la restricción de vehículos afectará directamente a su clientela. “Los cierres impactarán nuestras ventas. Si los carros no pueden entrar, las personas no podrán venir a comprar pescado o disfrutar de los restaurantes”, comentó.
La comunidad de Las Flores ha solicitado formalmente a la alcaldía una revisión del proyecto, y esperan que sus voces sean escuchadas antes de la inauguración oficial del tren.
Mientras tanto, el debate sobre los beneficios del desarrollo turístico y las necesidades de la población local sigue abierto.