En el Banco de la Reserva Federal de Nueva York se encuentra la bóveda de oro más grande del mundo. Ubicada a 25 metros de profundidad, contiene aproximadamente 507.000 lingotes de oro con un peso de 6.331 toneladas métricas.
De acuerdo con el sitio web del banco, el resguardo de oro es uno de los distintos servicios financieros que ofrece el Banco de la Reserva Federal de Nueva York a bancos centrales, gobiernos y entidades internacionales oficiales, actuando en representación del Sistema de la Reserva Federal.
Adicionalmente, individuos y entidades del sector privado no tienen permitido guardar su oro en esta bóveda. Esto con el propósito de que se mantenga la integridad y neutralidad de la institución.
Entidades del sector privado no puede hacer uso de esta bóveda. Foto:iStock
La historia de la bóveda más grande del mundo
De acuerdo con el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, una gran parte del oro almacenado en la bóveda fue enviada durante y después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos países optaron por resguardar sus reservas en un sitio seguro.
Con el tiempo, las reservas siguieron aumentando y alcanzaron su punto más alto en 1973, con 12.000 toneladas, poco después de que Estados Unidos dejara de permitir que los gobiernos extranjeros cambiaran dólares por oro.
"Desde entonces, la actividad de depósito y retiro de oro se ha ralentizado y la bóveda ha experimentado una disminución gradual pero constante de sus reservas totales", explicó.
Lo máximo que llegó a albergar fueron 12.000 toneladas de oro. Foto:iStock
Proceso de almacenamiento del oro
El oro que es guardado en este bóveda sigue un proceso riguroso y de alta seguridad. De acuerdo con lo explicado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, los lingotes se trasladan en ascensor desde la planta principal hasta el nivel subterráneo.
Una vez allí, quedan bajo la supervisión de un grupo de control formado por tres personas: dos empleados de la bóveda del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y un auditor interno.
Estos individuos deben estar presentes cada vez que se mueve oro o se abre un compartimento, incluso si solo es para tareas menores como cambiar una bombilla, lo que garantiza una seguridad y custodia estrictas.
Al llegar, cada lingote es cuidadosamente pesado y se verifican las marcas del refinador y el nivel de pureza para asegurarse de que coincidan con las instrucciones del depositante.
Se sigue un riguroso proceso para almacenar el oro. Foto:iStock
Estos datos se registran oficialmente, ya que el oro depositado no se intercambia ni se mezcla: se debe devolver exactamente el mismo lingote cuando el titular lo retire.
"Tras el proceso de verificación, el oro se traslada a uno de los 122 compartimentos de la bóveda, donde cada compartimento contiene oro perteneciente a un único titular de cuenta (lo que significa que el oro no se mezcla entre los titulares de las cuentas)", agregó.
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SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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